¿Navidades sin alcohol? Los distribuidores avisan: «No tenemos stock»
Ni Johnny Walker, Seagrams, Beefeater o Bacardi. La escasez de provisiones por la crisis del transporte dificulta la entrega de las principales marcas de bebidas para estas fiestas
La severa crisis de suministros en la economía global comienza a provocar roturas de stock en el consumo familiar. Uno de los sectores que está elevando la voz de alarma es el de los distribuidores de alcohol: desde septiembre pasado, muchos proveedores han dejado de suministrar marcas como Johnny Walker, Seagrams, Beefeater, Absolut, Cacique o Barceló. No solo eso: las marcas avisan de un posible desabastecimiento para estas navidades, y que puede incluso alargarse hasta verano próximo.
El principal inconveniente es la falta de vidrio, de tapones y otros productos relacionados de la industria. «El problema no es el producto final, sino el embalaje», explica a este diario Eloi García, gerente de la distribuidora Cristo Galicia, uno de los partners de las principales multinacionales en España.
Tanto la pandemia de coronavirus, que ha complicado las cadenas de suministro a nivel mundial, como la falta de camioneros a raíz del Brexit, han provocado que los proveedores oficiales no entreguen a tiempo el suministro. «Nos hemos quedado sin stock. Es un problema muy serio», asegura García.
«Nos hemos quedado sin stock. Es un problema muy serio»
Eloi García (Cristo Galicia)
Y continúa: «Tenemos falta de producción en distintos países y debemos tener en cuenta que muchos productos vienen de China y, durante los primeros meses de pandemia allí había ciudades enteras cerradas».
La solución a la escasez: consumir productos nacionales
García cuenta se trata de un problema de transporte que tiene lugar en toda Europa pero que, en concreto, está afectado a España con dureza y se alargará, al menos, ocho meses más. «Mínimo hasta el verano que viene», lamenta. «No vamos a poder elegir las marcas y tendremos que tirar de productos nacionales», agrega.
Una de las principales marcas afectadas es Bacardi, que no llega a los almacenes de Cristo García desde agosto. «Y ahora nos ocurre lo mismo con Seagrams«, comenta García. «Teníamos acumulados muchos productos, pero el stock de muchas marcas ya es cero», asevera.
Una situación parecida vive Marcelino Fernández, sucesor en la saga de La Vivariense, quien también se ha quedado sin botellas de la famosa marca de ginebra canadiense. Sin embargo, su caso es distinto al de García. «Tengo de todos los licores porque me he ido abasteciendo y pagando por adelantado para tener mercancía», comenta a Economía Digital.
«Si antes teníamos 50.000 euros de stock ahora nos quedan 200.000»
Marcelino Fernández (La Vivariense)
Pero la falta de suministro es una realidad en sus almacenes. «Si antes teníamos 50.000 euros de stock ahora nos quedan 20.000», reconoce. Este distribuidor, según vende, intenta comprar y acumular todo el suministro posible por lo que pueda venir. «Si queremos mercancía hay que adelantar las compras», apunta.
«Incluso una caja de agua ahora tarda hasta dos semanas en llegar»
En el caso de las bodegas, comenta Fernández, mientras que antes apenas tardaban dos días en el reparto ahora pueden llegar a retrasarse entre siete y diez días. «La situación no es nada fácil», lamenta. Y concluye: «Incluso una caja de agua ahora tarda hasta dos semanas en llegar».
Al menos, según estos dos distribuidores, los precios no han subido. García subraya que en su caso cuenta con tarifas de facturación anual. Pero recuerda que, tras el bloqueo del canal de Suez, el coste de los containers que llegaban desde China han pasado de tener un coste de 1.700 euros a ascender hasta los 12.000. «¿Qué es más barato, traer tapones o Iphones? La diferencia de precios es tremenda», plantea.
Y, si no queda otro remedio, Fernández está dispuesto a cualquier cosa por no paralizar la distribución. «Si durante un mes tenemos que vender en botellas de plástico lo haremos», concluye.