Montero defiende sus «prudentes» Presupuestos pese a la inflación y la rebaja de previsiones
Avanza un alza de la recaudación del 14% hasta octubre y proclama que las cuentas inician una "nueva era", siendo un "antídoto frente al populismo"
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha realizado este miércoles su primera defensa a ultranza en el Congreso del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022, que permitirá «consolidar la recuperación» con unas previsiones «prudentes», pese a la rebaja generalizada de previsiones por los organismos y a pesar de la crisis energética y de precios.
Montero ha dado el pistoletazo de salida este miércoles al debate de las siete enmiendas a la totalidad a las nuevas cuentas públicas del Ejecutivo, presentadas por el PP, Vox, Ciudadanos, Junts, la CUP, Foro Asturias y Coalición Canaria, que rechazan el proyecto y piden su devolución al Gobierno.
La ministra ha calificado las cuentas públicas para 2022 de “indispensables para consolidar la recuperación económica y social”, para lograr una “recuperación justa”, que llegue a todas las personas, todos los territorios y todos los sectores, y demuestre que se puede gestionar la crisis «de otra forma distinta» a cómo encauzó el PP la crisis de 2008.
Así, ha centrado buena parte de su intervención en ensalzar las bondades de los nuevos PGE, que no ha dudado en tildar de «extraordinarios» e «históricos», al ser «objetivamente buenos para el conjunto de la sociedad», ya que buscan el refuerzo de la clase media y trabajadora y la protección de los colectivos más vulnerables como “antídoto contra los populismos que prometen soluciones sencillas a problemas complejos” y para corregir las brechas sociales que perpetúan las desigualdades.
También ha insistido en que los Presupuestos pretenden revitalizar el Estado del Bienestar, para lo que se consignan recursos récord en becas, sanidad, dependencia, servicios sociales y vivienda, así como atajar las debilidades del modelo productivo: excesiva temporalidad, precariedad, escaso tamaño de las empresas y baja productividad.
Ignora la rebaja de previsiones y ve «coyuntural» la crisis de materias y energética
En su primera intervención, de más de una hora y 20 minutos de duración, Montero ha defendido vehementemente sus Presupuestos al ser «indispensables» para consolidar la recuperación económica y social, a pesar de la rebaja generalizada de las previsiones por la gran mayoría de organismos, como el FMI, BBVA Research, CaixaBank Research, el CGE, el IEE o Funcas.
Incluso, aunque ha indicado que la crisis de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, la escalada del precio de la electricidad y la inflación son «motivos suficientes para estar vigilantes y atentos», Montero ha asegurado que ello «no va a frenar la intensa recuperación». El pronóstico del Gobierno es que el PIB crezca un 6,5% este año y un 7% el próximo, alejado del consenso de organismos que apunta a un avance de en torno al 5% este año y del 6% el próximo.
Según Montero, hay un «consenso de expertos» respecto a que la situación de crisis de materias y precios es «coyuntural», y se acumulan indicadores «razonablemente positivos» en consumo, turismo, exportaciones, producción industrial y el empleo, sobre los que ha destacado que la afiliación alcanza la mayor cifra histórica al sobrepasar los 19,6 millones de personas.
De hecho, aunque el escenario sea «volátil» ha asegurado que «no implica que le Gobierno no tenga un rumbo bien definido, al contrario». «Nos reafirma en los valores y compromisos del Gobierno progresista», ha enfatizado.
«La recuperación es una realidad, aunque le pese al PP», ha espetado Montero, quien ha cargado en reiteradas ocasiones contra la gestión realizada por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy en la crisis financiera de 2008 y ha realizado varias comparaciones sobre las medidas y los resultados respecto a la gestión de la crisis de la Covid-19.
La recaudación tributaria sube un 14%
También ha asegurado Montero que el déficit público bajará al 5% del PIB en 2022, desde el 8,4% estimado este año, y la ratio de deuda pública descenderá del 119,5% del PIB al 115,1% el próximo ejercicio.
Aunque se mantiene la suspensión de las reglas fiscales, ha apuntado que «no implica de ninguna manera que no se trabaje por la responsabilidad fiscal», ya que el «compromiso» del Gobierno es seguir reduciendo el déficit y la deuda a esos niveles.
En lo referido a los ingresos, Montero ha defendido que la previsión de que los ingresos tributarios suban un 8,1%, hasta el hito de 232.352 millones de euros, es «realmente prudente», ya que este año la recaudación mejorará un 10,8%.
De hecho, ha desvelado que la recaudación de España hasta el mes de octubre ha experimentado un repunte del 14% en términos homogéneos, por encima del 10,8% previsto.
«Las cuentas no suben los impuestos»
Ha achacado esta mejora a las medidas de protección de rentas y a que han permitido robustecer las bases imponibles por un mayor dinamismo económico, negando en todo momento que esté vinculado el aumento a una subida de impuestos.
De hecho, ha asegurado que las cuentas «no suben los impuestos ni la presión fiscal, al contrario, benefician directamente. las pequeñas y medianas empresas» con ayudas para mejorar la competitividad e internacionalización y de forma indirecta restándoles competencia desleal de otros grupos.
Desde la tribuna ha negado el «infierno fiscal» que recogen los nuevos Presupuestos según denuncia la oposición, y ha repasado las escasas novedades fiscales, como el tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para empresas con facturación superior a 20 millones, el menor incentivo fiscal a los planeas de pensiones privados y la prórroga de los ‘módulos’ de los autónomos.
Según Montero, los Presupuestos, a través de transferencia directa o con servicios públicos, permiten liberar una renta disponible de en torno a 5.542 euros por año y español o 7.200 euros si se añaden los fondos europeos.
Fondos europeos: un 67,5% autorizado y un 34,4% asignado
En lo referido al lado de los gasto, ha apuntado que se contemplan 169.787 millones, un 0,7%, y el límite de gasto no financiero, conocido como ‘techo de gasto’, alcanza el récord de 196.142 millones. El Gobierno ultima la solicitud para el desembolso de otros 10.000 millones de euros de fondos europeos.
La defensa de los Presupuestos también se ha centrado, por segundo año consecutivo, en la «oportunidad histórica» que suponen los 26.355 millones de euros de fondos europeos consignados en los Presupuestos del Plan de Recuperación.
De las cifras de ejecución de los 26.634 millones de euros recogidos en los PGE de 2021, Montero ha detallado que se han comprometido ya un 51,8% (13.796 millones), se han reconocido obligaciones por el 34,4% del total (9.162 millones) y se ha autorizado el gasto por el 67,5% (17.977 millones). Es decir, que se ha ejecutado apenas un tercio de lo previsto.
Niega intereses electoralistas con las medidas
Del lado de los gastos ha destacado que el 55,7% del Presupuesto se destina a gato social (240.375 millones), la mayor cifra de la historia, incluyendo un alza del 4,8% para la partida de pensiones, al garantizar la revalorización de las pensiones contributivas con el IPC medio registrado en noviembre y un alza del 3% para las no contributivas. Pero ha dado tranquilidad al transferirse 18.396 millones a la Seguridad Social para hacer frente a los denominados ‘gastos impropios’ que pasa a asumir el Estado.
El Ingreso Mínimo Vital se actualiza un 3% y el IPREM un 2,5%, lo que beneficiará a más de un millón de personas, al tiempo que la partida de bono social térmico sube a 175 millones, con 1,2 millones de beneficiarios.
Ha aprovechado para negar «intereses electoralistas» con las medidas destinadas a los jóvenes y ha cargado contra el PP por hacer «burla» de las medidas anunciadas, como el bono de 250 euros para alquiler dotado con 200 millones o el bono cultural dotado con 200 millones. En total, los PGE destinan 12.550 millones a los jóvenes para amortiguar el impacto de dos crisis seguidas.
Pide el «máximo apoyo posible»
La titular de Hacienda ha defendido también la necesidad de que el Ejecutivo recabe el «máximo apoyo posible» a las nuevas cuentas, algo prácticamente asegurado tras el acuerdo cerrado con ERC y el PNV, alcanzado in extremis con las dos formaciones nacionalistas para que no presenten enmiendas a la totalidad.
El blindaje del catalán en la futura Ley del Audiovisual con cuotas para las producciones y el traspaso de las competencias sobre el Ingreso Mínimo Vital al País Vasco han sido las dos claves que facilitaron el acuerdo y aseguran al Gobierno salvar el primer escollo en la tramitación de los PGE en el Congreso.
Tras agradecer de antemano a los grupos que han expresado su voluntad para que los PGE puedan continuar su tramitación, Montero ha cargado contra el PP y ha hecho hincapié en que a España «le sobra crispación, ruido, el regate corte, la sobreactuación y la política de tierra quemada».
El Ejecutivo tiene previsiblemente garantizada la aprobación del primer trámite de las cuentas gracias, aparte de a los votos a favor de PSOE y Unidas Podemos, al respaldo de Más País-Equo, BNG, Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe.