Montero asegura que bajará el déficit y la deuda pese a disparar el gasto
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, promete una salida de la crisis aumentando el gasto a la vez que disminuye el déficit y la deuda pública gracias al crecimiento y medidas de la reforma fiscal a lo largo de 2022 y en 2023
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 incluyen un aumento del gasto público hasta su máximo nivel histórico, pero la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, está convencida de que pese a dispararse el gasto será posible ir corrigiendo las elevadas cotas de déficit y deuda pública que presenta España.
Esta es la promesa que ha venido realizando en los últimos meses el Gobierno que relanza con las nuevas cuentas públicas y con la que ha respondido a las críticas realizadas por el presidente del PP, Pablo Casado, quien ha calificado de «fraude masivo» los Presupuestos y ha advertido de que si a España no le dejan comprar deuda o suben los tipos estaría en situación de quiebra.
Montero ha garantizado que el Ejecutivo trabajará para acercarse a la estabilidad presupuestaria «a lo largo de los próximos años» con nuevas medidas fiscales y mediante el crecimiento económico para reducir el déficit y «demostrar que se puede salir de una crisis sin detraer el gato público», incluso aumentándolo para incentivar el crecimiento.
En este sentido, ha destacado en una entrevista en TVE, recogida por Economía Digital, que en los dos últimos años se habrá reducido a la mitad el déficit y la ratio de deuda se habrá disminuido en «cuatro escalones». En concreto, el déficit público pasará del 10% de 2020 al 5% del PIB el próximo ejercicio y la deuda pública disminuirá del 120% del PIB al 115,1% en el mismo periodo, según las previsiones del Gobierno.
El Gobierno aprobó el pasado jueves los Presupuestos de 2022 con el mayor gasto público de la historia (458.970 millones, un 0,6% más) sustentado con la previsión de unos ingresos públicos históricos por la incorporación de 27.633 millones de fondos europeos y un alza de la recaudación tributaria estimada del 8,1%, hasta el récord de 232.352 millones de euros.
Medidas de la reforma fiscal «a lo largo de 2022»
De esta forma, el Ejecutivo fía la corrección progresiva de los desequilibrios fiscales al crecimiento económico, que augura en un repunte del PIB del 6,5% este año y el 7% en 2022, y también al efecto recaudatorio de la aprobación de nuevas medidas fiscales en el marco de la reforma fiscal en profundidad que verá la luz.
Algunas de estas medidas entrarán en vigor «a lo largo del año 2022», ya que hay «transformaciones sustanciales» en algunos impuestos que requerirán una ley específica, según ha precisado Montero, quien ha explicado que el resto de la reforma vería la luz ya en 2023.
El comité de expertos designado por el Gobierno para el diseño de la reforma publicará sus recomendaciones como tarde el 28 de febrero de 2022, y a partir de entonces el Gobierno trabajará para aprobar algunos cambios de calado en materia tributaria en impuestos como Sociedades, el IRPF o el IVA.
El objetivo, insiste Montero, es en acometer modificaciones que contribuyan a la progresividad fiscal, de forma que «cada uno reciba según sus necesidades y aporte según sus capacidades». Frente a las críticas del PP por la gestión de las cuentas públicas, Montero ha acusado a los ‘populares’ de «ahuyentar a los inversores» y estar «fuera de la realidad» al no reconocer el «crecimiento sólido».
Negociaciones presupuestarias: «ERC Y PNV son los socios prioritarios»
También ha arremetido una vez más contra el PP por su postura de cara a las negociaciones presupuestarias al afirmar que «solamente se autodescartan los partidos de la derecha, con el PP a la cabeza», a las puertas de una ronda de negociación más en detalle con los partidos ante la entrada del proyecto presupuestario en el Congreso para su tramitación.
La titular de Hacienda ha dejado claro que el PNV y ERC son los «interlocutores prioritarios» del Gobierno en la negociación, con los que confía en revalidar el apoyo ofrecido ya en los Presupuestos de 2021, si bien ha tendido de nuevo la mano a «todos los grupos políticos».
Respecto a las petición de los republicanos catalanes del traspaso de las competencias de de los servicios ferroviarios de cercanías Rodalíes a la Generalitat Montero ha apuntado que en las conversaciones presupuestarias tradicionalmente se incorporan muchos elementos no directamente relacionados con los PGE, pero no es el objeto central de la negociación.
Se ha limitado a señalar al respecto que en estos procesos negociadores «confluye la posibilidad de poder anticiparse» situaciones de este año y todo lo que fue objeto del acuerdo de investidura, marcando solo su intención de «hablar de números y del cumplimiento del Estatuto de autonomía».