Batalla por el viajero europeo: Turquía y Marruecos amenazan la era dorada del turismo español
La recuperación del mercado aéreo y la inflación popularizan destinos emergentes más económicos que los españoles en el Mediterráneo
Ni la inflación ni la pérdida de poder adquisitivo han podido con la resiliencia de la demanda turística después de la pandemia. Todo apunta a que hoteles y alojamientos turísticos de todo tipo van a estar a rebosar este verano, anotando cifras récord que permitirán al sector decir adiós oficialmente a la crisis generada por el covid. Sin embargo, comienzan a verse signos de vientos de cara que ralentizarán el turismo a finales de año, como la popularización de nuevos destinos en competencia directa con los españoles.
Según un informe de CaixaBank Research, empiezan a destacar mercados con precios más bajos que los nacionales en el Mediterráneo. A partir de datos de Eurocontrol, el centro de estudios de la entidad bancaria observa cómo se han incrementado los vuelos a Marruecos y Turquía, destinos con precios muy competitivos en alojamiento y otros servicios. Concretamente, Marruecos ya opera hasta un 6% más de frecuencias que en 2019 y Turquía un 10%.
“La evolución favorable de los volúmenes turísticos de estos competidores se entiende particularmente en el contexto de bajadas de ingresos en términos reales en Europa en 2022 y 2023 a causa de la inflación”, exponen los expertos del centro. A su parecer, la caída de los sueldos en el continente limitará de cara a 2024 el turismo en España, devolviendo a Turquía, Túnez, Egipto y Marruecos, la popularidad que empezaron a ganar en el Mediterráneo antes de la pandemia. En este sentido, la incertidumbre macroeconómica en grandes países emisores como el Reino Unido y Alemania ya ha frenado el número de visitantes que llegan a España
La capacidad aérea también se incrementa en Grecia y Portugal, pero, siempre según CaixaBank Research, la recuperación de estos mercados puede ser “alentador” para el turismo español, ya que, pese a ser competidores, también existe una “gran correlación”: «cuando otros destinos de la UE crecen, España crece de manera similar».
Más allá de la competencia, el centro de estudios considera una posible amenaza para el crecimiento del turismo en España el retorno de los viajes de largo radio. Tras el fin de las limitaciones a la movilidad, el turismo nacional y los destinos cercanos fueron los primeros en recuperarse. Ahora, los viajes al extranjero están volviendo con fuerza, lo que supone “un riesgo adicional para el sector turístico doméstico, que podría perder una parte de la demanda que ganó de manera extraordinaria a causa de la pérdida de movilidad internacional”.
El gasto en Europa cobra fuerza
En este sentido, los pagos con tarjetas de CaixaBank fuera del país empiezan a recuperarse en Europa. El gasto en destinos asiáticos o Latinoamericanos todavía tiene camino por recorrer, pero el centro de estudios augura que volverá a registros normales una vez se normalice la movilidad internacional de los españoles.
A pesar de estos vientos de cara, la entidad prevé que el turismo seguirá creciendo gracias a la recuperación de los salarios reales en España y en Europa, a la resiliencia de la demanda turística europea y a la recuperación de la demanda de los mercados de larga distancia como el asiático.
Concretamente, trabaja con previsiones según las cuales el PIB turístico registrará un crecimiento anual del 6,5% este 2023, superando también en un 4,1% los niveles anotados antes de la pandemia. Este crecimiento se moderará por estos motivos en 2024, con un 1,5% interanual.
Por países, la demanda doméstica crecerá en un 0,4% este año, mostrando ya un menor margen respecto al 2022. En este sentido, serán las llegadas internacionales las que generen la mayoría del crecimiento, situándose a niveles un 11% más elevados que el año pasado, mejorando también los datos precovid. De hecho, CaixaBank Research fía al turismo internacional el crecimiento del sector de cara al 2024.
“A pesar del complejo entorno macroeconómico, nuestra previsión es que el sector turístico seguirá creciendo y siendo un motor de la economía española, y a la luz de la subida particularmente notable de los ingresos del sector, un importante contribuidor al crecimiento del superávit en la balanza comercial de bienes y servicios española”, concluyen los expertos en el informe.