‘Macron S.A.’: el Estado francés irrumpe en los mercados clave de España
Orange, junto a MásMóvil, será el operador con más clientes en España, y en su accionariado pesa mucho el Gobierno francés
La gran operación corporativa del mercado español en 2023, al margen de las novedades que puedan surgir, es la fusión entre Orange y MásMóvil. La compañía resultante será un gigante de las telecomunicaciones que tendrá más clientes que el campeón nacional, Telefónica. Este movimiento supone la gran irrupción del Estado francés (con una participación del 22% en el operador naranja) en la economía española. Pero ajustando la lupa, resulta que se trata de una constante en los últimos años. Y no solo eso, sino que además hay grandes facilidades.
En este caso, en el sector telecos, hasta el propio Ministerio de Asuntos Económicos pretende dar facilidades a Orange en su fusión. Es cierto que se trata de una situación que también beneficia a Telefónica, pero, principalmente, será el operador galo es que saque mayores réditos de este movimiento.
En cuanto a facilidades, el transporte ha sido donde la irrupción de una empresa francesa con interés público ha sido muy notable. Así, en la alta velocidad, Ouigo se ha establecido como una marca que ha forzado la competencia del sector, en este caso para mala fortuna de Renfe.
La firma gala, que tiene a la estatal francesa SNFC detrás, se ha beneficiado del proceso de liberalización que se ha llevado a cabo en el sector ferroviario a nivel europeo. No obstante, la presión comercial la tiene que soportar el AVE nacional, que ahora suma enemigos ‘low cost’ por todos los lados.
También ligado al transporte, de nuevo una empresa española, en este caso CAF, se juega los intereses comerciales con una compañía francesa participada por el Estado. Se trata de Alstom, que es uno de los principales actores en el sector de la construcción de coches ferroviarios. Con una participación del 5% por parte de BPIFrance, el vehículo de inversión estatal, la empresa tiene fuerte presencia, por ejemplo, en los metros de Madrid y Barcelona.
Sectores importantes
De la anécdota a la capilaridad. Guiando la lupa en la dirección correcta, los tentáculos del Estado francés en la economía española son peculiarmente significativos. Hace unos años, el gran conglomerado de medios Vivendi entró (9%) en el accionariado de Grupo Prisa, uno de los principales promotores de medios de comunicación en España, como son El País o Cadena SER. Con lo que eso implica. En este caso, la participación del Estado francés en Vivendi se eleva hasta el 5% a través de Caisse des Depots, otro vehículo financiero creado desde el ámbito público en Francia.
De igual manera, la multinacional francesa Veolia, enfocada en el sector de servicios ambientales, ha reforzado su presencia en España con la integración de empresas previamente parte del grupo Suez, entre ellas Agbar (antiguamente Aguas de Barcelona). Aquí, de nuevo, se puede seguir el rastro hasta el dinero público francés, dado que el Estado, también con Caisse des Despots, tiene el 6% de la compañía de servicios.
La distribución como ancla
La influencia de las empresas francesas en España no deja de crecer. El sector de la alimentación y la distribución, también clave y estratégico, se ve muy influenciado. En este caso no hay una participación directa del Estado francés, aunque no por ello deja de ser significativo. Sobre todo, porque el artífice de todo este imperio, Gerard Mulliez, es en sí mismo una personalidad en Francia.
Su familia tiene el control, en mayor o menor medida, de Alcampo (Auchan), Simply, Decathlon, Leroy Merlin, Kiabi… marcas que dominan las ciudades españolas y sus centros comerciales. Por si fuera poco, esta familia también controla la red de talleres Norauto. De esta forma, la capilaridad en el ámbito de la distribución está fuera de toda duda. Sobre todo, porque tan solo Mercadona, en el caso de la alimentación, mantiene una situación de fuerza equiparable.
