Los trabajadores de banca reclaman más protección por la violencia que causa la crisis
La patronal del sector niega que exista un incremento de la tensión como consecuencia de los impagados y desahucios
“Ahora trabajar en una entidad financiera es un factor de riesgo. El público te identifica con la cara del problema de los desahucios”, afirma un empleado de una de las principales cajas de ahorros consultado por Economía Digital.
Carles Domingo, responsable de CCOO de cajas ahorros asegura que “desde los órganos de interlocución social hace tiempo que alertamos a las direcciones de bancos y cajas del incremento de actos como los atracos y la violencia”. En este sentido, antes de que se produjese el desgraciado accidente de Olot, los sindicatos habían pedido a las direcciones de las entidades de crédito “mejorar la seguridad no tanto para el dinero, sino para las personas”.
Entre los trabajadores bancarios la alarma ha adquirido un grado más después de que el Gobierno decidiese recortar la ayuda que permitía que los parados de larga duración mantuviesen unos ingresos mínimos de 426 euros al mes.
La violencia no solo se expresa con los muertos o heridos que han sido la gota que ha colmado el vaso. Muchas veces son “gritos o amenazas que tienen como interlocutor al trabajador bancario” explica Domingo. El dirigente sindical asegura que la tipologia de los que pierden los nervios “tanto puede ser una persona que va a cobrar un talón y no tiene fondos como un directivo que esperaba conseguir financiación y no la obtiene. Siempre tiene enfrente a una persona que no es la responsable final de la siuación».
Recuperar morosos
Los empleados bancarios en estos momentos de fuerte crisis son la imagen de las entidades que representan. Si hace unos años eran los encargados de la buena nueva al conceder créditos tanto si estaban justificados como si no lo estaban tanto, ahora dedican buena parte de su jornada a intentar recuperar préstamos dudosos.
Por su parte, la Asociación Española de Banca, la patronal del sector, ha indicado a este diario que el problema no existe para ellos. «Como AEB, no tenemos constancia de que se esté produciendo un incremento de la tensión en las oficinas bancarias. Eso es algo difícil de medir».
Inversión en seguridad
En general y desde hace años se viene produciendo un sustancial descenso del número de atracos debido a las fuertes inversiones realizadas por los bancos en medidas de seguridad, afirma la patronal.
Uno de los principales ejecutivos de cajas de ahorros, consultado por Economía Digital afirmaba al respecto que “si antes de la crisis los ingresos variables estaban vinculados sobre todo a la generación de negocio, ahora esta retribución la relacionamos especialmente con la recuperación de activos dudosos” explicaba.
Desde el ámbito laboral se matiza esta percepción. “En la mayor parte de las entidades, como no hay negocio clásico a muchos empleados los tienen llamando a clientes con problemas” afirman en fuentes laborales. Así, la relación con muchos clientes pasa a ser de tensión. “La respuesta a una persona a la que se apercibe de que será desahuciada si no paga, acostumbra a ser violenta o por lo menos de una alta tensión” dice Domingo.
La exigencia sindical es que los bancos y cajas cambien la prioridad y en vez de optar a la protección de los fondos, protejan a sus empleados.
El suceso de Olot, en el que murieron dos empleados bancarios no es el primero en el que se produce en Catalunya en los últimos meses. En la localidad tarraconense de Cambrils, en un atraco a una sucursal del Santander, murió de un disparo en el cuello una empleada. En aquel caso, los sindicatos CCOO y UGT denunciar un hecho que consideran fruto de un repunte de la criminalidad causado por la crisis. Tal como criticaron los sindicalistas, en la sucursal faltarían medidas de seguridad para los trabajadores. Sólo en Catalunya se han producido seis atracos con violencia en oficinas bancarias, según las fuentes consultadas.