Los nuevos datos económicos echan por tierra el proceso de Mas
La inversión extranjera, condicionada por el sector inmobiliario, se cuadriplica en 2015 y alcanza el 23% del global en España
La guerra por los números se ha convertido en una constante en Cataluña, alentada por el movimiento independentista, que considera que el mundo económico no teme el proceso. Pero existe otra lectura, en función de lo que responden los actores financieros, y de la realidad política en Cataluña y en el resto de España. Y es que los nuevos datos económicos echan por tierra el proceso político que impulsa Artur Mas, porque indican una dinámica propia al margen de lo que se realice desde el gobierno catalán.
Los nuevos datos los ofreció este miércoles la patronal Foment del Trabajo. En el primer semestre de 2015, la inversión extranjera total en Cataluña creció un 280,3%, «lo que implica el incremento más fuerte registrado por la inversión en el conjunto de España, que subió en global un 73,4%».
En términos absolutos, la inversión, si se compara con el mismo periodo de 2014, aumentó en 1.444 millones de euros. Se trata de los datos que ha trabajado Foment, a partir de su último informe de Coyuntura Económica.
Inversión inmobiliaria
Ahora bien, ¿de qué inversión se trata? Casi la mitad, el 49,4% del aumento total, se explica por el incremento de la inversión en construcción y en actividades inmobiliarias.
Si se descuenta la inversión en ETVE –las empresas tenedoras de valores extranjeros– por considerar sólo la inversión productiva, el peso de la inversión en Cataluña aumenta 12,5 puntos, hasta el 23% de la inversión productiva tota. Madrid, en todo caso, logra el 65,4% de la inversión total. El resto de autonomías, ningua supera el 5% del total.
Josep Soler, director general del Instituto de Estudios Financieros, (IEF), sostiene que la inversión temía un factor, y es el de la estabilidad política en el conjunto de España. El temor lo generaba la posibilidad de que Podemos tuviera un papel determinante en el próximo Gobierno español. A las puertas de las elecciones generales, no se percibe –así lo indican las encuestas– que el partido de Pablo Iglesias pueda ser concluyente.
Eso causa un respiro, «y en todo caso eso era lo que preocupaba, y no tanto lo que pueda suceder en Cataluña», asegura Soler.
Ni un gobierno constituido
En la patronal Foment también se expresan en esa dirección. Existe un hecho que el sector económico repite en las últimas semanas, y es que, a pesar del enorme malestar generado por la resolución soberanista en el Parlament, se entiende que el proceso independentista se ha visto muy mermado.
«No tienen, para empezar, ni un gobierno constituido», señalan las mismas fuentes, al señalar que lo verdaderamente importante son las elecciones generales del 20 de diciembre. La política catalana, por tanto, se ha visto superada por la española.
Foment indica que se debe pasar página y que el crecimiento económico marcará los próximos meses. Los últimos indicadores con los que cuenta la patronal señalan que España y Cataluña tendrán crecimientos del 2,5% y del 2,7% respectivamente para 2016.
Ese crecimiento se caracteriza «por la consolidación de importantes equilibrios macroeconómicos, lo que aleja cualquier riesgo de recesión».
¿Habrá ‘desconexión’?
La patronal entiende que se podría estar desarrollando ya un nuevo patrón, «en la medida en que la recuperación económica está siendo consistente con un aumento muy importante de las exportaciones y del número de exportadores regulares, así como una evolución también ascendente, pero no explosiva, de las importaciones, incluso consideran do la rebaja de la factura energética».
En el análisis de coyuntura de Foment, sin embargo, no se deja de lado los enormes desequilibrios, como el paro y el endeudamiento. Pero la cuestión catalana ya se ha descontado. A menos que Mas inicie en los próximos meses el proceso de «desconexión con España», que no se percibe como posible.