Los inversores ven poco útiles los informes de Berger y Wyman
El escaso detalle de la información genera más dudas en el mercado de las que había. El verdadero resultado se conocerá en septiembre, tras los informes pormenorizados de las 14 entidades que están realizando las ‘Big Four’ de la auditoría
El ejercicio de transparencia que ha querido realizar el Gobierno, ordenado desde Bruselas, para que dos consultoras internacionales independientes realicen una auditoría del sector bancario, se ha quedado en unas pruebas de estrés de 14 entidades financieras que arrojan un agujero de 62.000 millones de euros en el peor de los casos, en el más extremo, es decir, con una economía que cae un 4% y un paro superior al 25%. La probabilidad de que se dé ese escenario es menor a un 1%. Ayer en las casas de inversión se preguntaban: ¿De qué sirve ponerse en ese escenario?
El Gobierno piensa que se trata de un ejercicio de transparencia sin precedentes que ayudará a generar mayor confianza en el mercado. Las sensaciones que han generado las pruebas de estrés entre los inversores no son las mismas ya que han creado muchas dudas al no informar al detalle sobre qué entidades son las problemáticas y cuánto necesita cada una.
Hasta septiembre, nada
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, y el presidente del Frob y subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, dieron los pocos detalles del resultado de los test, que tanto Oliver Wyman y Roland Berger han realizado de manera individual. Los resultados son distintos y poco concretos, ya que se ha realizado bajo dos escenarios distintos.
La horquilla va entre los 16.000 millones que dice Oliver Wyman en el mejor de los casos a los 62.000 millones que podría haber en el peor de ellos. Lo que no han hecho es dar la cifra real a 31 de diciembre de 2011, que era lo que el mercado esperaba, y para conocerla habrá que esperar a septiembre para conocer con detalle las necesidades de capital que requieren las compañías.
El Gobierno ha pagado dos millones de euros por las pruebas de estrés que, según Fernando Restoy, se han realizado con “información reservada del Banco de España”.
Las tres grandes, en Champions
De las 14 entidades que se han sometido a las pruebas de solvencia extrema, solo tres se salvan de pedir la ayuda a Europa ya que no necesitarán recapitalizarse más de lo exigido por los dos decretos del Gobierno de este año. Santander, BBVA y Caixabank, las tres mayores entidades financieras del país, se salvan de la quema y salen como triunfadores. El resultado arroja una verdad, estas tres entidades sí han hecho los deberes y tienen la fortaleza suficiente para aguantar el peor de los desastres financieros.
En el caso de Caixabank, la satisfacción es doble porque los informes confirman la tesis de la entidad de que no necesitará capitalizaciones extra, a pesar de que su nutrida cartera industrial había levantado alguna duda en el mercado de que necesitara finalmente algún tipo de ayuda.
El grueso, en el Frob
Con todo ello, el agujero de la banca está en 11 entidades, y la gran mayoría en las cinco que han recibido ayuda pública del Frob (Bankia, CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia, Banco de Valencia y CCM), por lo que el Gobierno sí pedirá dinero para estas entidades de la línea de crédito que le concederá el Eurogrupo.
Jiménez Latorre aseguró que será en los próximos días cuando se realice la petición de la ayuda a Europa. Tras ello, Bruselas firmará un memorando con España en el que se reflejen las condiciones de la línea de crédito. Algunos medios han afirmado que será al 3% durante 15 años. Fuentes cercanas al Ministerio de Economía aseguran que se pedirá el máximo del crédito, es decir, 100.000 millones de euros y que en septiembre se decidirá la cantidad que se dispondrá. Será tras conocer las necesidades de las entidades de manera individualizada.
El calendario que maneja el Gobierno es que en los próximos días se pedirá la línea de crédito, a finales de julio se sabrán las condiciones y en septiembre el Eurogrupo abrirá el goteo de los 100.000 millones.