Los inversores, a la caza de acciones verdes
Cada vez más los grandes inversores tienen en cuenta factores medioambientales a la hora de seleccionar acciones, según destaca la revista INVERSIÓN
Cada vez son más los grandes inversores que ya tienen en cuenta factores medioambientales a la hora de seleccionar acciones, afirma la revista INVERSIÓN en su número de esta semana. Pero se enfrentan a un enorme obstáculo: los datos son caóticos.
Según publica el semanario económico del Grupo Economía Digital, algunas compañías publican mucha información sobre sostenibilidad, prácticas laborales o equidad de género. Otras no dicen prácticamente nada. Un gestor de fondos que compra varias docenas de acciones de gran capitalización puede contar con analistas capaces de obtener la información corporativa suficiente para tomar una decisión. Pero las cosas se complican cuando se trata de elegir entre miles de acciones o de valorar compañías pequeñas y acciones de mercados emergentes.
Los inversores cuantitativos afirman tener una solución. Son traders que utilizan ordenadores para clasificar enormes cantidades de datos y que aseguran ser los mejores cuando se trata de tomar decisiones de inversión fundamentadas en informaciones desordenadas o incompletas. Los inversores cuantitativos están «acostumbrados a llenar vacíos», comenta Andrew Dyson, CEO de QMA, compañía de inversión cuantitativa que forma parte de la gestora de activos PGIM, y que lanzó una estrategia de inversión con conciencia social en 2018.
Análisis de la responsabilidad social corporativa
QMA analiza los retornos para aislar el efecto de la responsabilidad social corporativa. Y, a continuación, el gestor centra su atención en el universo de las empresas sobre las que hay poca información. Si el comportamiento de una acción es estadísticamente similar al de otros valores que se sabe que son buenos, puede clasificarse también como tal, apunta la revista económica INVERSIÓN.
Para algunos inversores con conciencia social, este método puede no resultar satisfactorio, ya que no acaba con la posibilidad de que parte de su dinero se destine a empresas con prácticas objetables. No obstante, QMA afirma que debería dar lugar a una cartera que en términos generales tienda hacia compañías con mejor conducta social. Y otras herramientas cuantitativas pueden identificar cuestiones que los análisis de sostenibilidad tradicionales podrían pasar por alto.