Los empresarios hacen un alto en la carrera del endeudamiento
La necesidad de nuevo crédito podría aumentar a lo largo de los próximos meses
Las empresas españolas se han tomado un respiro este verano en la contratación de crédito. De acuerdo con los datos provisionales publicados este martes por el Banco de España, tras el fortísimo incremento en la firma de préstamos y la emisión de deuda durante marzo, abril y mayo, la llegada de junio produjo un alto en la carrera del aumento del endeudamiento. Una parada que, por el momento, ha continuado en julio.
Así, al cierre del mes pasado, las sociedades no financieras españolas debían 939.813.545 millones; un 0,13% menos que en mayo cuando se habría alcanzado el máximo, en los 941.001.678 millones, tras crecer en 49.300 millones desde febrero.
En esta cifra, el Banco de España incluye tanto los créditos contratados con bancos españoles, como la deuda emitida, como la financiación obtenida de entidades extranjeras.
¿Cima o freno momentáneo?
El auge en la demanda de crédito empresarial ha coincidido con el cierre económico decretado por el estado de alarma. La banca ha explicado que en marzo fueron las grandes empresas las que se endeudaron y que en los meses posteriores, tras la puesta en marcha del programa de avales del ICO, su testigo lo recogieron las pymes y los autónomos, que recurrieron a estas líneas para reforzar su liquidez y protegerse ante el parón de la economía y la escasa visibilidad sobre el futuro.
Tras este boom, los bancos adelantaron que podrían venir unos meses de menor demanda de crédito. Con poca visibilidad sobre el futuro, esta financiación es una especie de hucha a devolver en tiempos mejores con la que afrontar los gastos comunes de los próximos meses. En este contexto, la prolongación de la crisis y la persistencia de los rebrotes podría llevar a algunas empresas a tener que pedir más dinero.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, recordaba este martes en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo organizados por la APIE, que, de acuerdo con los estudios de la institución, era probable que una parte del tejido empresarial necesitara más dinero este año.
«Hemos calculado que aproximadamente el 70% de las empresas españolas tendrá necesidades de liquidez entre el segundo y el cuarto trimestre», explicó Hernández de Cos. El 90% de esas necesidades provendrá de vencimientos de créditos y hasta un 75% se podrá cubrir con las líneas de avales que ya están aprobadas. «El importe restante o se cubrirá con activos líquidos en poder compañías o por préstamos no avalados», adelantó el gobernador.
Hernández de Cos no quiso dejar de recordar que, además del endeudamiento, las empresas tendrán que asumir una merma de ingresos a consecuencia de la pandemia; lo que las dejará en una situación de debilidad a futuro, que podría influir negativamente en la recuperación económica. Para el economista, en dicho contexto, va a ser clave que se preserven las condiciones de acceso al crédito.
La última encuesta de préstamos bancarios ya anticipaba que se podía producir un endurecimiento de los costes a lo largo de los próximos meses.