Los economistas ven la recuperación en año y medio pero con incertidumbres
Los expertos fechan la recuperación para finales de 2022 pero con incertidumbres como las diferencias entre sectores o la reincorporación de los trabajadores en ERTE
Los principales organismos económicos, expertos y economistas corroboran el inicio de la recuperación económica en España desde el segundo trimestre, algo antes de lo esperado, y sitúan la fecha de la recuperación de los niveles de PIB previos a la crisis del coronavirus para dentro de año y medio, aunque aún con muchas incertidumbres.
El pasado miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajó hasta Madrid para comunicar oficialmente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la aprobación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, que permitirá canalizar mediante sus 212 reformas e inversiones 140.000 millones de euros hasta 2026.
Este factor junto al rápido avance del proceso de vacunación, más rápido del inicialmente previsto, el que está impulsando una mejora de los indicadores desde el segundo. trimestre del año, especialmente acentuada con motivo del fin del Estado de alarma el pasado 9 de mayo y la relajación de las medidas de restricción de movilidad por la Covid.
Entre otras, se constatan mejoras en prácticamente todos los indicadores tanto del consumo con tarjeta, como la facturación de las empresas, la firma de hipotecas o los niveles de empleo y afiliación, si bien cabe precisar el efecto estadístico de compararse con los meses de 2020, especialmente afectados por el Estado de alarma y el confinamiento.
Un segundo trimestre mejor del previsto
El economista jefe de BBVA Research para España y Portugal, Miguel Cardoso, señala a Economía Digital que la recuperación se está produciendo algo más rápido de lo inicialmente previsto, ya que la caída del PIB del primer trimestre (-0,5%) fue menos intensa de lo que se esperaba y en el segundo trimestre será mayor de lo calculado.
“Las cosas están yendo algo mejor”, ha apuntado Cardoso, quien augura la recuperación de los niveles precrisis para finales de 2022 o principios de 2023. En el servicio de estudios de la entidad creen que la economía irá de menos a más favorecida por un entorno internacional con políticas de demanda ambiciosas, sobre todo en Estados Unidos, por la llegada de los fondos europeos, y por los avances en el proceso de inoculación de la vacuna en el país.
La mejora económica podría superar el 1,5% en el segundo trimestre y rondar el 3,4% en el tercero, según los cálculos de BBVA Research, que mantiene su previsión de un crecimiento del 5,5% este año y un 7% en 2022.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cifró esta semana el avance del PIB en torno al 1,6% entre abril y junio, dejando atrás la caída del 0,5% del primero, y sostuvo que incluso la cifra podría ser mayor según se conozcan más datos.
La última estimación de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), augura un alza del PIB del 1,6% en el segundo trimestre, con lo que el PIB se situaría en el 92% del nivel marcado en el cuarto trimestre de 2019. Es decir, aún quedaría por recuperar un 8% del nivel de PIB previo a la irrupción de la Covid-19.
El director de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, explica a Economía Digital que el aumento de la demanda está siendo sostenible gracias al avance “rápido” de la vacunación, lo que llevará a un crecimiento de entre el 1,6% y el 2% en el segundo trimestre.
Pedraza cree que incluso podría haber una “sorpresa” y crecer en mayor medida, ya que la economía “está tirando de más” por la remontada del sector turístico, que prevé que alcance el 70% de las cifras de visitantes del año 2019.
El Banco de España elevó al 6,2% su previsión para este año al augurar también un mayor crecimiento desde el segundo trimestre, con un repunte que podría alcanzar el 2,2%.
Incertidumbres: recuperación desigual, incorporación tras los ERTE
Más allá de la mejora de los indicadores económicos y el inicio de la recuperación, que se intensificará especialmente desde el tercer trimestre según los pronósticos del Gobierno y el consenso de los expertos, todavía perduran numerosos factores de incertidumbre respecto al devenir económico.
Algunos de los factores señalados por los expertos son el fin de las medidas de sostenimiento del empleo y las rentas, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), los avales del ICO o el fin de la moratoria concursal el 31 de diciembre, lo que en conjunto podría provocar un aumento de los despidos y la quiebra de empresas.
Cardoso apunta como un factor clave en la recuperación los 60.000 millones de ahorro embalsado por los hogares, en parte como ahorro precautorio y en buena medida acumulado por la imposibilidad de gastarlo dadas las restricciones de movilidad decretadas hasta recientemente.
Pero hace especial hincapié en la probabilidad de que un porcentaje de los 465.000 trabajadores que permanecen a día de hoy acogidos a un ERTE pierdan su trabajo cuando finalicen estos mecanismos, prorrogados hasta el 30 de septiembre, aunque se podrían extender más allá de esa fecha y a posteriori darán paso a un nuevo mecanismo de flexibilidad en las empresas.
“Puede empezar a verse cierta rigidez”, señala Cardoso, que cree que tras el verano es “muy probable” que muchas empresas tengan que volver a recurrir a este recurso, a lo que se sumará que un buen número de empresas de sectores como el de la restauración, hostelería y turismo se declararán en los próximos meses insolventes. En este punto, Cardoso recuerda un estudio del servicio de estudios que reflejaba una pérdida del 30% del nivel salarial entre los trabajadores que se quedan sin trabajo en una crisis y posteriormente se renganchan al mercado de trabajo.
Pedraza coincide en estos factores, si bien cree que el ahorro embalsado será uno de los principales impulsores de la recuperación ante las “ansias” de la gene por viajar y el “tirón” que puede tener el turismo y el ocio. Resalta también la «incógnita» de la reincorporación que se pueda producir cuando los trabajadores acogidos a un ERTE dejen de estarlo y la adaptabilidad de los desempleados para acceder a las nuevas vacantes de empleo que se puedan producir.
Cambios en el comportamiento de hogares y su ahorro
En el Banco de España consideran que aunque los riesgos sobre la recuperación están «más equilibrados» el grado de incertidumbre sigue siendo «muy elevado». En el terreno epidemiológico, subsisten los temores acerca de la posibilidad de que la elevada circulación del virus en amplias regiones del mundo pueda dar lugar a la aparición de nuevas variedades que sean resistentes a las vacunas y que deriven en restricciones y consecuencias adversas en los flujos turísticos.
A ello se podría sumar un hipotético repunte de las insolvencias empresariales que conduciría a una pérdida de empleos y,
posiblemente, a un deterioro del capital de las instituciones financieras, lo que podría incidir desfavorablemente sobre su capacidad para la concesión de crédito.
En sentido contrario, el escenario central contempla una reducción relativamente lenta de la tasa de ahorro desde los elevados niveles alcanzados en la crisis, pero cabe la posibilidad de que este proceso se desarrolle de forma más rápida e intensa,
e incluso que los hogares gasten una proporción sustancial de las rentas ahorradas desde el inicio de las restricciones.
Colaboración público-privada para los fondos y formación en los ERTE
Otro factor «clave» que señalan los expertos como determinante para la recuperación es la ejecución de los fondos europeos y el incremento del gasto público relacionado con el fondo de reconstrucción europeo Next Generation UE.
En este momento la mayoría de expertos coinciden en la necesidad de mantener las políticas de estímulo, como los ERTE o los avales del ICO, pero focalizar las ayudas pública sobre todo en los sectores viables.
A este respecto, Pedraza pide mejorar la iniciativa público-privada al ver “muy poca transparencia” respecto a los fondos, más allá del “éxito” de la aprobación del plan. Pedraza ve necesario mejorar la colaboración entre el sector público y el privado para canalizar proyectos que tengan un efecto tractor sobre el sector donde se desarrollen, así como mejorar la colaboración entre administraciones, con CCAA y ayuntamientos.
Cardoso (BBVA Researh), a su vez, ve necesario diseñar programas de formación dentro de los ERTE que permitan buscar opciones de formación para continuar en el mercado laboral una vez finalice el mecanismo y avanzar en la implantación y mejora del ingreso mínimo vital al no haber sido una “buena medida” hasta ahora por el retraso que ha supuesto.
En su lugar, cree que habría sido mejor haber dado la ayuda directamente y a posteriori comprobar los ingresos vía IRPF para exigir la devolución en caso de no cumplirse los requisitos.
También insta a luchar contra la precariedad en el mercado laboral con una reforma laboral que logre el “equilibrio” entre la necesaria flexibilidad de las empresas pero que incentive al mismo tiempo el empleo indefinido para reducir el empleo a tiempo parcial no demandado.