Los directivos de La Caixa, por primera vez ante los accionistas
Las participaciones preferentes y la calidad del servicio en las oficinas centran el grueso de las preguntas que los accionistas formulan por primera vez a Fainé y Nin. Los sindicatos aprovechan para magnificar las reclamaciones laborales
El cambio de paradigma en el mundo financiero ofrece escenas inéditas continuamente. La desaparición de las cajas de ahorro ha desencadenado que este jueves y por primera vez los máximos responsables de Caixabank se hayan sentado cara a cara frente a los accionistas.
Isidro Fainé y Juan María Nin, presidente y vicepresidente, han dado explicaciones sobre su gestión a 1.137 inversores que representaban a más de 131.000 accionistas. El 81,6% del capital se ha reunido en las instalaciones de Fira de Barcelona.
Hasta ahora, La Caixa –como el resto de cajas– celebraba asambleas cerradas al público y sin acceso abierto a los informadores.
Este jueves, ha sucedido exactamente lo contrario por exigencias del guión. Recapitalizarse en los mercados, cambiar la fisonomía jurídica, obliga a estas reuniones abiertas además de a un turno de preguntas. Ha sido el momento de los trabajadores, que pocas veces pueden preguntarle directamente a Fainé o Nin. Desde la UGT hasta los sindicatos ad hoc. Desde la plantilla de Port Aventura, hasta los empleados de las oficinas de les Illes Balears.
“Pueden decidir si su intervención debe constar en acta”, ha aclarado el secretario del consejo a los accionistas, Alejandro Garcia-Bragado. Nadie ha renunciado a este derecho y todos se han identificado y entregado copia de sus preguntas para que se conserven por escrito, junto a la firma del notario, y las respuestas. Será la primera acta pública en la historia de La Caixa.
Las preferentes, a escena
No todos han podido acceder a la junta. Un pequeño grupo de clientes, una veintena, se manifestaban en las puertas de los pabellones para protestar por las emisiones de participaciones preferentes que en su día hizo La Caixa. Pero el debate ha surgido en el interior de la mano de varios accionistas en su doble faceta de clientes afectados.
Fainé se ha esforzado una y otra vez. “El 98% han aceptado la conversión propuesta pero hay un grupo para el que aún se buscan soluciones”. Nin, el mejor banquero de España según su jefe, ha explicado: “Hemos dado el 100% de liquidez a todos los clientes que nos la han pedido”. “Dedicaremos todo el tiempo que haga falta a solucionarlo”, ha repetido hasta la saciedad el primer presidente de La Caixa que tiene que responder a cualquier pregunta.
Fainé, el cajero
“Soy pro-Caixa”, ha empezado relatando un accionista, “pero no es de recibo que haya una cola de 25 personas y cinco mostradores con trabajadores atendiendo el teléfono y que los cajeros no tengan tinta. No hay presupuesto para cartuchos, me decían los trabajadores”, explicaba en su pregunta. “Yo mismo haré los ingresos si hace falta, venga a verme un lunes o un viernes y estaré encantado de atenderle”, se ha ofrecido el presidente de La Caixa. Nin por su parte ha repetido 12 veces en varias respuestas: “Estaré muy contento de debatirlo con usted”.
Dividendos
En el momento de las votaciones, pocas sorpresas. La mayoría de los puntos han sido aprobados por unanimidad. La política de dividendos se mantendrá en 0,231 euros por acción que se pagarán cada tres meses.