Los bancos españoles buscan alianzas entre las fintech en plena fase de cierre de oficinas
Las entidades bancarias cada vez muestran más interés en la tecnología financiera, incorporándose a su accionariado o formando espacios de innovación
Abrir una cuenta desde el móvil, hacer una transferencia a otro país o pagar a un amigo el regalo de un cumpleaños. Si antes era necesario desplazarse a la oficina bancaria para cualquiera de estas tareas, y muchas otras, ahora la digitalización permite realizarlo desde el ordenador o incluso desde el móvil. Los bancos emplean ingentes inversiones en adaptarse a los nuevos tiempos y entre los movimientos que realizan también aparecen las fintech.
Si hace menos de un lustro estas eran vistas como pequeñas empresas que trataban de ser competencia de los gigantes tradicionales, ahora son percibidas más bien como oportunidades para agilizar procesos, crear sinergias o incorporar nuevas funcionalidades.
Rodrigo de la Cruz, presidente de la asociación española de fintech e insurtech y fundador de Finnovating, apunta que en el nacimiento de estas startups en España eran vistas como competidoras por los bancos. «Había mucho ruido en el mercado y se lanzaban mensajes más agresivos para hacerse un hueco», recuerda en conversación con Business Insider España.
Mientras que en un primer momento, fue el boom de la llegada de las firmas de crowdlending, después de que la Ley de Fomento de financiación empresarial de 2015 sentara las bases legales, más tarde el negocio se ha ido ampliando hacia otras áreas, entre ellas muchas relacionadas con dar servicios tecnológicos a empresas para hacer más eficiente el onboarding de nuevos clientes, otras que utilizan el blockchain o los smart contracts.
«Las fintech han evolucionado de forma muy importante»
Esta evolución del sector ha hecho también cambiar la actitud de los bancos, que las ven más como aliadas para plantar cara a las grandes tecnológicas que empiezan a entrar en el terreno financiero que como competencia.
Algo en lo que también coincide Patricia Suárez, presidente de Asufin. «Primero eran vistas como una amenaza por los bancos y ahora como una oportunidad para acelerar el cambio», dice en conversación con Business Insider España.
Los grandes bancos han creado fondos de inversión para participar en ellas a la par que impulsan aceleradoras de startups donde generar un ecosistema innovador del que poder aprender. En este contexto, la llegada del sandbox, ese arenero virtual donde se pondrán a prueba nuevos servicios antes de llegar al funcionamiento 100% real ya ha mostrado alianzas entre fintech y bancos para presentar proyectos.
Bankia anunció la presentación de un proyecto de pagos digitales en alianza con Finweg para la puesta en marcha de una nueva plataforma de pagos digital que se sustentará en un modelo de tokenización de operaciones con tecnología blockchain. El resto de los grandes bancos todavía están analizando proyectos, pero todos se muestran receptivos a entrar en este campo de pruebas. Nadie quiere perder el tren de la digitalización.
Los grandes bancos sacan la chequera
En la presentación de resultados de 2020, Ana Botín, presidenta de Santander, aseguró que no están interesados en fusiones. Con una cuota de mercado del 20% en España, la directiva se mostró reacia a entrar en operación en la que se viera involucrado otro banco.
Sin embargo, sí que dejó abierta la puerta a movimientos en los que hubiera empresas digitales. «No tenemos planes de participar en la consolidación de España ni Europa, pero seguiremos mirando empresas digitales tras las compras de Ebury y Wirecard», dijo Botín.
En abril de 2020, Santander realizó una inversión de unos 350 millones de libras (unos 400 millones de euros) para lograr el 50,1% de Ebury, la fintech especializada en dar soluciones de pagos y divisas para pymes. Con esta inversión, el banco daba oxígeno a la fintech para su expansión internacional con planes de crecimiento en Latinoamérica y Asia.
En el caso de Wirecard, el banco completó en enero la compra de los activos de esta empresa alemana de servicios de pago para compañías que había quebrado. El objetivo era crecer en Europa y ofrecer una propuesta de valor más completa aprovechando la franquicia Getnet, que está dentro de su negocio PagoNxt, una nueva fintech autónoma donde busca integrar sus negocios de pagos más disruptivos y competir con plataformas digitales y globales.
Estas compras de fintech se completan con su fondo de inversión en estas startups enfocadas a las finanzas Mouro Capital. El fondo cambió su nombre en septiembre del año pasado (antes era Santander Innoventures) y duplicó su capacidad de inversión hasta los 400 millones de euros.
BBVA: el pionero en las inversiones tecnológicas
BBVA fue uno de los primeros bancos españoles en hablar de tecnología. La innovación le llevó también a invertir en algunos neobancos como el británico Atom.
El banco español entró en 2015 en el capital de Atom con una inyección de 45 millones de libras, lo que le permitía tener un 29% del capital. Posteriormente fue incrementando su participación hasta situarse en el 39%.
En los últimos tiempos, BBVA ha reorganizado sus inversiones en este campo. Así, la entidad ha decidido vender su participación en el finlandés Holvi a su fundador después de también haber decidido desprenderse del estadounidense Simple.
Además, BBVA planea invertir hasta 150 millones de dólares adicionales para apoyar a Propel, incrementando su compromiso con el fondo de capital riesgo a los 400 millones de dólares, teniendo en cuenta la inversión previa realizada en 2016. Propel está presente en empresas como Coinbase, DocuSign, Hippo, Guideline y Neon
Sabadell apuesta en fintech para empresas
Sabadell ha sido tradicionalmente un banco caracterizado por tener entre sus clientes un gran número de empresas. De esta forma, gran parte de su innovación tecnológica ha estado enfocada en mejorar los servicios de este colectivo.
Entre las fintech en las que ha participado el banco destaca Nomo, una compañía enfocada a captar autónomos para el banco. La entidad desarrolló esta fintech en 2018 dentro de su programa de negocios digitales Innocells, ahora ya funciona de forma autónoma.
Otras de las fintech que compró Banco Sabadell es InstaCredit, enfocada a los pagos. En 2018, la entidad compró a través de Innocells esta startup española que ofrece préstamos al consumo en el punto de venta tanto físico como digital (e-commerce).
Así, las inversiones de los bancos en las fintech se suceden. La relación entre ambos es un win-win: las fintech reciben capital para poder seguir su negocio y el banco se apoya en ellas para seguir con la innovación.
Noticia original: Business Insider
Autora: Marta Garijo