Los alimentos básicos se disparan un 40% en la última década

La presión alcista se suma a la inflación de los precios de los alimentos que ya afecta a muchos países, especialmente a los más pobres

Alimentos en un supermercado.

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El mes de mayo ha supuesto un nuevo récord en la escalada de los precios de los alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que es el mayor salto en los últimos 10 años. La pandemia ha acelerado esta inflación que amenaza con cercenar el futuro a corto y medio plazo de los países más pobres del planeta ya que sus economías dependen más de las importaciones de estas materias primas. 

La FAO cifra el aumento de precios de productos básicos como los cereales o los lácteos en un 40% desde septiembre de 2011, y las perspectivas para lo que resta de año apuntan a que se mantendrán en esta tendencia. 

Detrás de esta preocupante situación se encuentra la mayor demanda de China por los cereales, en especial por la soja, a lo que se suma la grave sequía que vive Brasil, uno de los graneros del mundo, así como la demanda de aceite vegetal en la industria del biodiésel. Con este cóctel, el resultado no puede ser otro que un aumento en la presión alcista sobre los precios. 

A ello se suma que algunos países, grandes productores y exportadores, han impuesto aranceles a la exportación. Es el caso de Rusia, que grava la venta de trigo a terceros. En esta formación de la tormenta perfecta para una crisis mundial de materias primas, aparecen países como Argentina que promueven controvertidas limitaciones y prohibiciones a las exportaciones de algunos de sus recursos más importantes. 

Escalada de precios, mayor brecha regional

El índice de precios de las materias primas de la FAO es un importante referente para el mercado internacional, y al mismo tiempo una evidencia de las grandes desigualdades entre las regiones. 

Si bien los países desarrollados también se están viendo afectados por la tendencia al alza de los productos básicos para la alimentación, la FAO muestra su preocupación por el impacto que esta escalada de costes puede llegar a suponer para países y regiones que dependen directamente de las importaciones de estos bienes. Máxime cuando la economía mundial sigue inmersa en el proceso de lenta recuperación tras la debacle económica que ha supuesto la pandemia. 

La crisis sanitaria interrumpió las cadenas habituales de suministros de alimentos, lo que ha tenido un impacto directo en la producción y distribución de los recursos. Las regiones más afectadas son América del Sur, que registra una inflación del 21%, seguido por África y Asia Meridional, con un 12% respectivamente. Oceanía también preocupa después de constatar una inflación sobre los precios de los alimentos del 8%. 

En el caso de los países ricos, este aumento en los costes de las materias primas supone sólo una pequeña parte del total que paga el ciudadano, ya sea en la lista de la compra o en el consumo de ocio y restauración. No obstante, las grandes compañías como Nestlé y Coca-Cola ya han anunciado que será el consumidor quien asuma este incremento en sus costes de producción.

Por su parte, los economistas esperan un mayor crecimiento de los costes de las materias primas en los próximos meses, ya que el resto de factores de la cadena de distribución (mano de obra, transporte, y envío) también están registrando un fuerte avance. El British Retail Consortium ha advertido esta semana que la segunda mitad del año mantendrá esta dinámica. 

Noticia Original: Business Insider

Autor: Judith Carrera

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