Las transferencias del Estado ‘maquillan’ el déficit de las CCAA
Las CCAA marcan su mejor saldo presupuestario en 15 años "distorsionado" por las transferencias realizadas por el Estado
Las comunidades autónomas recibieron el año pasado cuantiosas transferencias por parte del Estado que llevaron a que su saldo presupuestario (diferencia entre ingresos y gastos) se situase en el -0,2% del PIB, lo que supone una mejora de cuatro décimas respecto a 2019 y el mejor dato de los últimos 15 años.
No obstante, los resultados de la descomposición muestran que el saldo estructural (en ausencia del ciclo económico y sin gastos ni ingresos extraordinarios) de las CC.AA. de 2020 ha sido realmente de -1% del PIB, lo que supone un empeoramiento de cinco décimas con respecto al valor de 2019, según el informe «El saldo estructural de las CCAA, 2018-2020», elaborado y publicado este jueves por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
De hecho, el informe elaborado por los economistas Carmen Marín y Manuel Díaz señala que esta cifra demuestra que las regiones en su conjunto «no están saneadas en términos estructurales», si bien la situación es «muy heterogénea «entre las diferentes regiones.
Comunidad Valenciana y Murcia, las CCAA con mayor déficit estructural
Por un lado, la situación estaría saneada (superávit estructural) en Asturias (+0,4%), Canarias (+0,2%), País Vasco (+0,1%) y Navarra (+0,6%), mientras que en el lado más preocupante, estarían la C. Valenciana y Murcia, con un déficit estructural del -2% y el -1,8% del PIB, respectivamente.
El resto de regiones marcaron también déficits como Aragón (-0,8%), Cantabria (-0,4%), Castilla y León (-1%), Castilla-La Mancha (-1%), Cataluña (-1,1%), Extremadura (-1%), Galicia (-1%), Baleares (-1,3%), Madrid (-0,9%) y La Rioja (-0,3%)
Mejor saldo presupuestario en 15 años «maquillado» por las transferencias
Contando con las transferencias del Estado, las comunidades autónomas cerraron 2020 con un saldo presupuestario (la diferencia entre ingresos y gastos) del -0,2% del PIB, lo que supone una mejora de cuatro décimas respecto a 2019 y el mejor dato de los últimos 15 años.
En detalle, el dato en Contabilidad Nacional está «distorsionado» por las mayores transferencias recibidas por parte de la administración central a través del Fondo Covid-19 (15.950 millones) y los mayores recursos del sistema de financiación autonómica (7.724 millones).
Además, el gasto de las regiones asociado a la lucha contra la pandemia ascendió a 13.149 millones, de los cuales, Fedea considera que la mayor parte se consolidarán en el tiempo. El cálculo del saldo estructural tiene en cuenta todas estas distorsiones, apunta el informe.
Déficit público del 10,97% del PIB
El saldo presupuestario conjunto de las administraciones públicas se deterioró el pasado ejercicio por la crisis de la Covid hasta el 10,97% del PIB debido a que el Estado central ha asumido parte del déficit de las comunidades y tras afrontar un gasto derivado de la Covid de 44.907 millones de euros, en paralelo a una caída de ingresos de 24.485 millones, el 2% del PIB.
Por administraciones, el Estado cerró con un déficit del 8,38%, siete puntos más que en 2019, al haber asistido financieramente al resto de administraciones, mientras que las CCAA concluyeron con un saldo presupuestario del -0,21%, frente al -0,57% del PIB de 2019, gracias a las transferencias recibidas por el Estado.
De su lado, las corporaciones locales lograron de nuevo un superávit, del 0,26% del PIB, algo menor al 0,30% del PIB del año previo, mientras que la Seguridad Social presentó elevó su déficit del 1,27% al 2,65% del PIB.
Por regiones, nueve de las 17 autonomías lograron cerrar 2020 con un registro positivo: Andalucía (+0,1%), Asturias (+1%), Aragón (+0,2%), Baleares (+0,2%), Canarias (+0,5%), Cantabria (+0,5%), Castilla-La Mancha (+0,4%), Castilla y León (0%), La Rioja (+1,1%).
El resto cerraron en negativo: Cataluña (-0,4%), Extremadura (-0,2%), Galicia (-0,1%), Madrid (-0,1%) y, sobre todo, País Vasco y Murcia, con un desajuste del 1,1% del PIB, Navarra (-1%) y la Comunidad Valenciana (-1,2%), región con mayor déficit del país
Fedea pide una estrategia fiscal y avisa del impacto en 2022
Así, el informe de Fedea concluye que el deterioro fiscal de las comunidades en 2020 todavía no se ha observado porque el Estado blindó a las regiones al no actualizar las entregas a cuenta del pasado 2020 a la caída del PIB y a través de fondos extraordinarios, como el Fondo Covid-19, para paliar los efectos de la pandemia.
Aunque a corto plazo Fedea señala que resulta «vital «atender a las urgencias económicas, sociales y sanitarias provocadas por la pandemia, cree que es un «buen momento» para diseñar y poner en marcha una estrategia fiscal a medio plazo que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas a partir de 2022.
En este sentido, advierte de que desde ese ejercicio «se va a complicar notablemente la situación presupuestaria por el efecto de la liquidación del sistema de financiación autonómico de 2020».