Las transferencias de dinero que Hacienda te obliga a declarar

Una transferencia bancaria consiste en trasladar dinero de una cuenta a otra por acción del ordenante a un beneficiario. En una gran parte de los casos se trata de movimientos puntuales de dinero, pero las transferencias también se usan para pagos más grandes y periódicos, como el alquiler o la compra de una vivienda, y es en estos son los casos en los que debes vigilar si estás obligado a declararlas a Hacienda.

Según explica la Agencia Tributaria, las transferencias y otras operaciones bancarias no deben ser declaradas si no superan los 10.000 euros, aunque en la Declaración de la Renta sí que debe quedar reflejado el estado de tu patrimonio y la procedencia de ingresos notables en caso de haber sido recibidos por transferencia.

Luchar contra el fraude

La finalidad de esta obligación es luchar contra el fraude fiscal y el blanqueamiento de capitales según la Ley 7/2012 de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria. También deben ser declarados pagos y cobros en metálico de más de 3.000 euros y transacciones con billetes de 500 euros sin importar la cantidad total. Así como los préstamos y créditos por más de 6.000 euros.

Si no queremos recibir un requerimiento para justificar la procedencia de estos fondos, se debe cumplimentar y enviar el Modelo S1 de la Agencia Tributaria. Es muy sencillo de rellenar y puede presentarse de forma telemática a través de internet sin necesidad de tener un certificado electrónico ni el C@ave PIN.

Se debe introducir los datos del declarante, los del propietario de los medios de pago, los del movimiento, incluyendo el origen y el destino y firmar la declaración.

En el caso de no declarar este tipo de transferencias, Hacienda puede exigir el abono de una sanción tanto al ordenante de la operación como al beneficiario. Por una cantidad de 10.000 euros la multa puede ascender a 2.500 euros.