Las pymes perderán 1.100 millones semanales con un nuevo confinamiento
Unas restricciones tan duras como en marzo provocarían la destrucción de 300.000 empleos semanales, según un informe de Cepyme
El avance de la tercera oleada de coronavirus ha despertado los tambores de un nuevo confinamiento domiciliario, que amenaza la recuperación de la actividad económica. Llegados a este extremo, las pequeñas y medianas empresas españolas perderían aproximadamente 1.100 millones de euros cada semana si se volviese a obligar a los ciudadanos a permanecer en sus hogares.
Una restricción tan extrema como la que se puso en marcha en el mes de marzo del año pasado provocaría, además, un efecto cascada en el empleo. Cada siete días sin poder salir de casa, se destruirían 300.000 puestos de trabajo entre las compañías de menor tamaño del país, que concentran buena parte del tejido productivo.
Son las principales conclusiones de un informe elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y el Centro de Predicción Económica (Ceprede), que han advertido sobre los riesgos de activar un plan de choque tan contundente como el que el Gobierno puso en marcha con la primera declaración del estado de alarma.
Un confinamiento total tumbará la facturación un 14%
Los analistas económicos han estimado que un nuevo confinamiento domiciliario provocaría una caída en la facturación de todas las empresas de cerca del 14%, mientras que los niveles de empleo se verían afectados en un 9,4% en todo el país.
Las compañías arrastrarían cada semana unas pérdidas de 1.800 millones de euros, de las cuales el 61% las absorberían directamente a la pequeñas y medianas empresas. El golpe es equivalente en puestos de trabajo: de los 480.000 empleos que se perderían cada semana. El 63% corresponderá a las compañías con menos trabajadores.
El informe no solo confirma el golpe económico que provocaría un nuevo confinamiento, sino que también revela la delicada situación que atraviesa el sector de las pymes en España, que se vería sacudido por segunda vez consecutiva en menos de un año.
Hostelería, comercio y construcción serán los más afectados
Los sectores más hundidos por la crisis sanitaria del coronavirus volverían a ser los más golpeados con un nuevo confinamiento en el arranque del 2021. La hostelería, el comercio, la construcción, el negocio inmobiliario, la automoción o el transporte terrestre absorberían buena parte del impacto de unas restricciones tan duras.
En el caso de algunos sectores especialmente dependientes del tráfico de personas como las agencias de viajes, los operadores turísticos o el transporte aéreo la caída de la facturación puede llegar a superar el 15%.
Se librarían de un mayor impacto otras actividades económicas como las empresas sanitarias, las telecomunicaciones o los servicios financieros que podrían continuar en marcha a pesar de la imposición general del teletrabajo.
La patronal exige ayudas directas para las empresas
Con este escenario tan negro por delante, la patronal de los empresarios continúa haciendo fuerza para exigir la puesta en marcha de un plan de ayudas directas que aporte liquidez a los negocios más hundidos por la Covid-19. “Debiéramos centrar todos nuestros esfuerzos en salvar el empleo y salvar la empresa”, ha expresado presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.
La condonación de los préstamos ICO adquiridos durante la pandemia o la suspensión de los impuestos para las compañías más golpeadas por la crisis son otras de las propuestas del sector para salvar a las empresas. Los últimos datos del Banco de España situaron el porcentaje de empresas insolventes entre el 14% y el 19%.
La patronal aspira a que el Gobierno de Pedro Sánchez de “vacaciones fiscales” a los negocios cuya facturación haya caído por encima del 30% y que les permita aplazar los pagos de la Seguridad Social o de Hacienda hasta 24 meses.
El Ministerio de Sanidad ha acallado las propuestas de confinamiento
El temor de los empresarios a un nuevo confinamiento no está infundado. España ha superado con holgura los datos de incidencia acumulada de la segunda oleada de contagios y se acerca peligrosamente a los momentos más críticos de la primavera. La presión en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) alcanza ya casi el 44%. Un indicador que permite medir cuándo hay que poner más medidas para evitar un colapso sanitario.
Algunas comunidades como Castilla y León, Asturias, Murcia o Andalucía ya han hablado abiertamente sobre la posibilidad de regresar a un cierre total. Mientras que en regiones como la Comunidad Valenciana o Cantabria se ha abierto el debate entre los partidos que forman los gobiernos autonómicos.
Hasta la fecha, el Ministerio de Sanidad ha cerrado siempre la puerta a una medida tan drástica y ha invitado a las autonomías a apurar todo el margen que tienen para imponer restricciones con el actual marco jurídico del estado de alarma.