Las prestaciones sociales suben en un año de Covid lo mismo que en cinco de la anterior crisis
El gasto del 'escudo social' para hacer frente a la crisis alcanzará los 40.000 millones hasta mayo y todavía quedan 783.000 personas en ERTE
Transcurrido un año desde el inicio de la crisis del Covid-19 toca haber balance y las cifras de las medidas aprobadas por el Gobierno para paliar sus efectos reflejan el drama y la envergadura que ha supuesto y sigue conllevando la pandemia para empresas y familias.
En total, las medidas de protección de la Seguridad Social han llegado a más de 8 millones de personas en algún momento de la pandemia y a casi 600.000 empresas, según ha detallado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en la presentación del balance de su departamento.
Con un significativo repunte de las prestaciones sociales, Escrivá ha indicado que en el último ejercicio, marcado por el Covid, se ha protegido a más de un millón de autónomos y se han tramitado 3,8 millones de bajas por Covid-19, de ellas 1,3 millones por contagio y 2,5 millones por aislamiento.
El paquete de medidas puestas en marcha desde el inicio de la pandemia ha supuesto un desembolso para la Seguridad Social de 16.000 millones de euros de gasto en protección de empleo hasta febrero.
Gasto del ‘escudo social’: 40.000 millones hasta mayo
No obstante, esta cifra alcanzará los 40.000 millones hasta final de mayo al sumar las partidas por desempleo y medidas de otros departamentos. La Seguridad Social prevé hasta mayo unos 7.000 millones en exoneraciones, 9.000 millones de coste fiscal por las ayudas a autónomos y alrededor de 2.000 millones por incapacidad temporal.
Todas estas cifras reflejan la magnitud de la crisis del Covid y de las medidas aprobadas hasta la fecha, que ha llevado a que las prestaciones sociales hayan aumentado en un año, hasta los 40.000 millones previstos para mayo, lo mismo que en un periodo de 5 años en la crisis financiera.
Aquí se engloba el gasto destinado a cubrir las prestaciones de los ERTE, las de cese de actividad de los autónomos, o la de desempleo de trabajadores temporales, entre otras.
Según datos del Ministerio de la Seguridad Social citando a Eurostat, entre 2008 y 2013, cinco principales ejercicios de la pasada crisis financiera, la cobertura de las prestaciones sobre las rentas de los hogares fue del 40%, mientras que en el año del Covid la amortiguación de la caída de rentas ha sido casi el doble (82%).
En una comparativa con países homologables, España se sitúa por encima en cobertura respecto a la de Italia (66%) y Francia (54%), al igual que en transferencias corrientes del sector público a los ciudadanos. Respecto al número de deudores de la Seguridad Social, disminuye de los 1,4 millones de deudores entre 2009 y 2013 a los poco más de un millón con datos de febrero de este año, un 26% menos.
Más de 783.000 personas siguen bajo un ERTE
El drama de la crisis sigue haciendo mella en el arranque del 2021, y para el primer trimestre el propio Escrivá cree que se producirá previsiblemente cierta caída del PIB, aunque augura un aumento del empleo y de las reincorporaciones de trabajadores en ERTE después de Semana Santa.
Actualmente permanecen bajo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) un total de 783.000 personas, con cifras actualizadas hasta el pasado 22 de marzo, lo que supone un 22,4% de la cifra superior a los 3,5 millones de personas que se llegó a alcanzar en los meses más duros de la pandemia.
Sobre la negociación a abrir de cara a la prórroga de este mecanismo, Escrivá se ha mostrado abierto al diseño que mejor se adecúe al momento de la recuperación, y ha augurado que que el énfasis se pondrá de nuevo en la activación a partir del mes de mayo.
Aunque se tendrá que discutir con los agentes sociales, ha dejado entrever que se acometerán incentivos para la readmisión de trabajadores, como sucedió el pasado mes de junio, y ha indicado que se podrán producir reajustes sectoriales.
En todo caso, ha dejado claro que el nuevo modelo de los ERTE para la recuperación priorizará la formación y la adecuación de las capacidades de los trabajadores a las nuevas circunstancias y empleos.