Las grandes empresas europeas reducirán inversiones por la guerra de Ucrania
Las empresas observan cambios en los hábitos de consumo y padecen un aumento de los costes de producción, así como un descenso de las ventas debido al auge de los precios
Las grandes empresas europeas se encuentran en alerta roja. Tras hacerse patentes los primeros efectos por la invasión rusa de Ucrania, el tejido empresarial del continente se muestra mucho menos optimista respecto ya no solo al crecimiento, sino también en cuanto a los riesgos que la guerra puede implicar para la UE.
Así ha quedado reflejado a través de la encuesta que el Banco Central Europeo (BCE) ha publicado este jueves y que ha contado con la participación de las 67 principales empresas de la eurozona. Y es que las empresas consideran que «la invasión rusa a Ucrania ha enturbiado las perspectivas y creado riesgos a la baja sustanciales«.
Además, ante la situación de inflación que afecta al continente, dichas empresas coinciden en que «la incertidumbre y el aumento de los costes va a tener un impacto en la inversión de empresas los próximos trimestres». A su vez, el incremento de los costes va a frenar el gasto de consumo.
Varias de las empresas que han participado en el estudio analizan, de hecho, que se ha reducido el uso del vehículo privado y que se han cambiado comportamiento en las pautas de consumo en los hogares. Por ejemplo, cada vez se consumen productos menos caros, observan.
En un principio, concluye el BCE, el impacto financiero directo de la guerra fue pequeño y el impacto en la producción se vio, en primera instancia, solo perjudicado en aquellas compañías que dependían de productos, materiales y componentes provenientes de Rusia o Ucrania.
Pero a la situación en Ucrania y las sanciones a Rusia se le suma, de nuevo, la crisis del covid-19, y es que la situación en China, con megalópolis como Shanghái con restricciones y en cuarentena, pone de nuevo en situación de riesgo la economía de todas aquellas compañías que se nutren gracias al gigante asiático.
Con todo, las grandes empresas europeas han observado un «cambio abrupto en las condiciones empresariales desde el estallido del conflicto a finales de febrero», que se refleja sobre todo en el incremento de los precios y en los costes, aunque no así en la actividad.