Las gasistas piden al Gobierno que todas las comercializadoras puedan ofrecer la tarifa subvencionada

La patronal de las gasistas en España, Sedigas, ha instado al Ministerio de Transición Ecológica a que cualquier comercializadora pueda ofrecer de forma voluntaria la tarifa subvencionada de gas (TUR) para a encontrar una solución que agilice los cambios de los consumidores. Así lo ha propuesto en una carta enviada este lunes al Ministerio para la Transición Ecológica, en concreto, a la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La asociación hace esta propuesta por la necesidad de establecer una metodología ágil, flexible y sencilla, a fin de que el consumidor acceda a la tarifa, algo que se está retrasando debido al cuello de botella provocado por la gran cantidad de consumidores que quieren cambiarse y lo limitado de este servicio, que solo gestionan las cuatro comercializadoras de referencia: Naturgy, Endesa, Iberdrola y TotalEnergies. A pesar de que las comercializadoras han reforzado sus servicios de atención, todavía quedan más de seis millones de clientes en las tarifas del mercado libre y solo han conseguido cambiarse a la TUR 250.000 clientes.

En el escrito, la asociación ofrece su colaboración en la «búsqueda de soluciones» para que coexistan las medidas de carácter social con el funcionamiento del mercado libre y de la competencia, y propone otras dos medidas: que la subvención de la tarifa recaiga en todos los consumidores con independencia de la tarifa que tengan contratada y de la comercializadora que les suministre, como sucede en Alemania; o que se focalicen las subvenciones públicas en los consumidores vulnerables.

Riesgo de acabar con el mercado libre

El Gobierno ha topado el incremento de la TUR trimestralmente, lo cual conlleva que esta tarifa del mercado regulado tenga un precio muy por debajo al de las ofertas del mercado libre, lo que estaría trasladando, según Sedigás «señales contrarias a la eficiencia y el ahorro y provocando un traspaso masivo de clientes desde el mercado libre a la TUR».

Según las estimaciones de la patronal, las gestiones para cambiar a todos los clientes que lo soliciten del mercado libre a la TUR puede resultar en retrasos de un año y provocaría «tensión social». Además, dado que las comercializadoras del mercado libre no pueden ofrecer la TUR, esto puede, según Sedigás, «acabar completamente con el mercado libre minorista», ya que pone en riesgo su actividad «e incluso su supervivencia, creando una situación de falta de competencia irreversible pese a que se haya planteado como solución temporal».