Las empresas no financieras hundieron sus beneficios un 68,2% el año de la pandemia
La Central de Balances del Banco de España evidencia los efectos de la crisis del coronavirus
Durante el 2020, año marcado por la pandemia del coronavirus, las empresas no financieras experimentaron un fuerte retroceso de sus beneficios. Las ganancias cayeron un 68,2% en comparación con el incremento del año anterior. La caída del resultado neto ordinario, no obstante, fue del 50,2%.
Así lo ha demostrado este viernes la Central de Balances que ha publicado el Banco de España. En la documentación remitida se hace hincapié en que este resultado se debió a «las medidas de contención adoptadas en el contexto de la pandemia del coronavirus».
El golpe de la crisis sanitaria también se refleja en la caída del resultado económico bruto de explotación, que descendió un 36,8%. De nuevo, la cifra contrasta enormemente en comparación con la bajada del 0,8% del ejercicio anterior.
Todas las medidas que fueron encaminadas a reducir la movilidad tuvieron un impacto significativo en la economía de las empresas, pues las restricciones se tradujeron en una disminución sin precedentes de los excedentes ordinarios.
Golpe al empleo
Sobre el impacto en las plantillas de las empresas no financieras, el Banco de España explica que la disminución del empleo efectivo en 2020 fue de un 5,6%.
«Es importante destacar que el concepto de empleo que se utiliza no incluye a los trabajadores afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), dado que estos no generan costes laborales, más allá de un porcentaje de las cuotas a la Seguridad Social en función del tipo de empresa», matizan desde la entidad.
La disminución del empleo se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, cuya reducción fue del 18,4%.
Los trabajadores temporales sufrieron más los efectos de las crisis que los fijos
En cambio, el empleo en el personal fijo se redujo de forma más moderada (un 2,8%). En este contexto, el porcentaje de empresas que redujeron sus plantillas efectivas (ya sea tanto por despidos como por tener trabajadores en ERTE) se elevó en 14% en comparación con un año antes.
Por sectores, las caídas más pronunciadas las registraron comercio y hostelería, aunque también industria y el denominado «resto de las actividades». Sin embargo, el Banco de España reitera que el detalle sectorial evidencia que el descenso del empleo fue generalizado.