Las empresas del Ibex 35 recuperan sus ingresos de 2019 pero con menos plantilla
Los ingresos por empleado, con la excepción de un sector del turismo, tienden a estabilizarse tras año y medio de pandemia, marcada por el teletrabajo
Las empresas del Ibex 35 han vivido un año y medio de pandemia de luces y sombras con un denominador común: se han adaptado al teletrabajo y ahora se plantean cómo volver a las oficinas.
Algunas compañías, como es el caso de BBVA, han asegurado a Expansión que a partir de ahora trabajarán un 60% en la oficina y un 40% en remoto.
Otras, como Santander, aseguran al mismo medio que trabajan sin una pauta fija de asistencia.
En líneas generales, no obstante, el modelo híbrido parece ser la tendencia imperante entre empresas de todo tipo y tamaño, tanto a nivel internacional como nacional, y los motivos para esta elección son variados.
Se ha hablado del agotamiento psicológico que supone trabajar todo el tiempo desde casa, pero también de los beneficios de la flexibilidad para escoger dónde trabajar cada día.
Con la aprobación de la Ley de Trabajo a Distancia el pasado septiembre en España, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, auguró que se aumentaría «la productividad y la competitividad» de la economía española.
¿Qué es la productividad realmente?
Este punto de la productividad ha sido, ha sido objeto de debate en las sucesivas conversaciones sobre el regreso a las oficinas y también por la posible implementación de una jornada laboral de cuatro días.
Para Pilar Llácer, no obstante, un tema que se está perdiendo en el debate sobre si los trabajadores son o no productivos desde sus casas es el hecho de que «una empresa fundamentalmente lo que tiene que hacer es crecer de manera exponencial y sostenible».
La experta explica que el punto del crecimiento exponencial estaba claro —crecer e incrementar beneficios—, pero que la sostenibilidad conlleva una carga ética bajo la que las empresas deben cuidar su impacto a largo plazo.
Llàcer es la directora del centro de Futuro del Trabajo en EAE Business School y autora del libro Por qué recursos humanos debería ser como Netflix.
En él se hace preguntas como si «se necesita un control horario para todos los puestos» y ofrece como contrapartida un «modelo personalizado» que se adapte a cada empleado, que equipara al algoritmo de Netflix y cómo este se adapta a los gustos de cada persona.
«Cuando se vuelva ahora, lo que tiene que pensar cada uno de los empleados es que los negocios tienen que crecer porque, si crece el negocio van a crecer la retribución y las oportunidades de empleo».
Este factor de la ecuación, afirma Llàcer, muchas veces queda desatendido en las conversaciones sobre la vuelta a la oficina, argumentando que «la forma en la que se hace el trabajo (presencial o en remoto) debe dar igual».
Para Llàcer, en España se tiende a asociar la productividad con «ir a la oficina», cuando la pandemia «ha demostrado que se puede desarrollar el trabajo independientemente del sitio».
Por ello, aclara que las empresas deben enfocar ofrecer flexibilidad a sus trabajadores: «No desde el buenismo, sino porque los empleados rendirán más».
«La productividad al final es un concepto del siglo 19», añade Llàcer. «Lo que tiene que hacer un empleado es dar resultados y, cuanto más contento esté, mejor se desempeñará».
Fijar una norma que rija cuántos días se teletrabajan y cuántos se trabaja de forma presencial, por tanto, resulta tan restrictivo para Llàcer como el anterior modelo impuesto de trabajo presencial.
Ingresos por empleado dispares y no tan alejados de cifras prepandemia
Las empresas, claro está, miden la productividad de sus empleados basándose distintos parámetros internos, pero una métrica que puede obtenerse de forma externa son los ingresos por empleado.
Esta métrica se obtiene dividiendo los ingresos de la empresa durante un periodo determinado de tiempo por su número de empleados y, en el caso de las empresas del Ibex 35, los resultados son dispares y entran en juego variables como el sector o ajustes significativos de plantilla.
Para profundizar sobre cómo ha variado el rendimiento de estas empresas teniendo en cuenta este indicador, Business Insider España ha comparado resultados de los seis primeros meses de los ejercicios de 2021, 2020 y 2019.
El primer vistazo a los gráficos revela que las empresas del sector turístico son las que han sufrido el mayor impacto en su negocio.
Los confinamientos y restricciones causadas por la pandemia han hecho mella, con empresas como Aena duplicando sus pérdidas de 2020 en el primer semestre de 2021 por la caída del tráfico aéreo.
Como puede apreciarse en los gráficos, la facturación del gestor aeroportuario, Amadeus, IAG y Meliá en la primera mitad de 2021 está muy por debajo de la del mismo periodo de 2019, un factor que afecta claramente a los ingresos por trabajador.
Aena, por ejemplo, anotó una caída en ventas del 60% respecto a 2019. Un patrón que replica IAG —el grupo que integra a Iberia, British Airways o Vueling—, con un 84,1%% menos, y Meliá (-65%).
Amadeus, el proveedor de tecnología para el sector turístico, se coloca en unos niveles un 60,3% inferiores a los de 2019.
En la comparación con 2020, el resultado también es negativo. Con solo tres meses de vida normal en 2020, el cuarteto del Ibex 35 más dependiente de la movilidad logró más ingresos que en seis meses de 2021.
Los ingresos por empleado caen porque la plantilla se mantiene estable respecto a 2019. La excepción es Meliá, que la ha reducido un 56,7% en 2 años.
En el caso del sector energético, Acciona, Repsol, Siemens Gamesa, Red Eléctrica, Iberdrola, Endesa y Enagás reducen sus ingresos por trabajador.
Naturgy es la única que presenta una evolución positiva en este apartado. Es de las pocas del sector, junto a Endesa y Repsol, cuya plantillla en 2021 es similar a la de 2019.
En el caso de Endesa y Repsol, no obstante, el descenso en la fuerza laboral es tan solo de un 3,3% y un 37% respectivamente. En Naturgy, la cifra cae un 29,1% respecto a 2019.
El motivo principal por el que la productividad por empleado baja está ligada a un deterioro en los ingresos en relación a 2019, con la excepción de Iberdrola.
En Acciona, eso sí, la caída de ingresos de 2019 a 2021 es mínima (0,4%). Unida a un 2,9% más de plantilla, recorta un 3,2% los ingresos por empleado.
El sector ha sumado plantilla sin recuperar sus ventas prepandemia
La empresa presidida por Florentino Pérez, ACS, también ha acusado el impacto del coronavirus.
ACS tiene en 2021 menos empleados y menos ingresos que en 2019, pero los ingresos por empleado mejoran un 14,4% respecto a en 2019 porque la reducción en la fuerza laboral es mucho mayor. En parte, se debe a las desinversiones ejecutadas en los últimos años. Es el caso de la venta de su división industrial, Cobra, que contaba con unos 45.000 empleados, por 5.000 millones de euros.
Un sector donde la plantilla ha mermado de manera generalizada es el bancario. Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell han sufrido su particular viacrucis con fusiones, ajustes de empleo (ERE), cierres de oficinas y una transformación digital que derivado en un recorte de personal del que solo ha escapado Bankinter.
En el caso de CaixaBank, hay que poner en contexto las cifras. La entidad anunció el mayor ERE bancario de la historia para despedir al 18% de su plantilla y cerrar el 27% de sus oficinas, pero cuenta con más empleados que en 2019 por su fusión con Bankia.
Bankinter, por otra parte, cuenta con menos empleados que en 2019, pero el ajuste se debe a la escisión de Línea Directa, que salió a bolsa como empresa independiente.
Esta operación supuso unas plusvalías para Bankinter de 895,7 millones, que impulsaron sus beneficios semestrales hasta 1.140,3 millones de euros.
El contrapunto a la banca lo ponen Cellnex y PharmaMar y, en menor medida, Fluidra y Acerinox, que han aumentado su facturación.
Como consecuencia, han incrementado también los ingresos por empleado, pese a que todas cuentan ahora con más plantilla que en 2019.
En el caso de Cellnex, el aumento en sus ingresos se explica por las adquisiciones, al haber consolidado operaciones en Francia, Polonia y Países Bajos, e integrar activos en otros 6 países europeos.
PharmaMar, en su caso, recoge el impulso de su negocio de oncología.
Noticia original: Business Insider
Autor: Ulises Izquierdo