Las cinco reformas pendientes de la economía, según el Banco de España
El Banco de España señala los cinco desafíos que tiene la economía española para afianzar su crecimiento
Tras casi un lustro de crecimiento, a la economía española le toca pensar qué quiere ser de mayor. Aparcada ya la época más dura de la crisis económica que azotó el sistema, el Banco de España (BdE) desgrana los desafíos que debe afrontar el país con tal de afianzar el desarrollo y que este no sea flor de un día. “La expansión se ha visto sustentada por algunos elementos cuyos efectos tenderán a agotarse”, advierte.
El organismo gobernado por Luis María Linde celebra que los avances “son indudables”, pero también avisa del esfuerzo que la sociedad española “debe realizar para consolidar y mejorar lo alcanzado es también significativo”. De este modo, en el Informe Anual 2017 desgrana hasta cinco retos a afrontar en los próximos años: reducir el endeudamiento, responder al envejecimiento de la población, disminuir el desempleo y la desigualdad, repensar la financiación territorial y potenciar la innovación y la competitividad de las empresas.
Reducir el endeudamiento
“Un nivel elevado de endeudamiento exterior y público representa un elemento de vulnerabilidad para la economía del país”, señala la entidad. A finales de 2017, la deuda internacional alcanzó el 80,8% del PIB “una cota muy elevada en la comparativa internacional”. Además, el pasivo de las administraciones públicas se incrementó “notablemente” frente a la reducción de empresas y familias.
Los avances en el recorte de la deuda “son todavía modestos”, señala el BdE. Si el endeudamiento absorbe recursos que podrían haberse destinado “a fines productivos” frenará las inversiones privadas.
Combatir el envejecimiento
El impacto del envejecimiento en el aumento de las pensiones y el gasto sanidad podría suponer un incremento de hasta el 3,5% del PIB en 2050. Reducir los importes percibidos por los jubilados “será el principal ajuste”. A cambio, el Banco de España pide medidas que permitan la compatibilidad de percibir un salario con el cobro de una pensión.
Además, el envejecimiento terminará por reducir el número de trabajadores activos. Para compensar este efecto, “se deberían revisar las restricciones sobre la política migratoria” para adecuarla a las necesidades del mercado laboral. Fomentar la natalidad favoreciendo la conciliación es otra de las necesidades del sistema español.
Mitigar el desempleo y la desigualdad
La recuperación del empleo es todavía débil entre la población con poca formación. De hecho, en 2017 la tasa del colectivo superaba el 30%, especialmente entre los más jóvenes y los de mayor edad.
Además, España debe seguir avanzando en la reducción de la desigualdad de la renta bruta per cápita, que se comenzó a reducir durante la recuperación económica. Incrementar las horas trabajadas de los ocupados con salarios bajos es otro de los retos a afrontar.
Revisar la financiación de las CCSS
El organismo defiende que el sistema de financiación de las comunidades cutónomas debe reformarse «para adecuar los ingresos sobre una estimación objetiva del gasto». «Se debe garantizar un reparto transparente así como incrementar el grado de corresponsabilidad fiscal», añade.
Para corregir los desequilibrios en la recaudación fiscal, «se debería retomar el acceso a los mercados de capitales» como vía fundamental de financiación.
Potenciar la innovación y la competitividad de las empresas
El incremento de la competitividad de las empresas españolas se produjo más en el ajuste de los salarios que en la innovación. Es el momento de incrementar el gasto en I+D tanto en el sector público «como, sobre todo, en el privado, segmento donde las diferencias respecto a otros países europeos es mayor».
La débil dotación en los presupuestos para la investigación es otro de los retos a superar.