Las CCAA pugnan por hacerse con la primera fábrica de baterías de España
Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Extremadura, Galicia o Cantabria son algunas de las que han anunciado planes para contar con su propia planta
El impulso por lograr la transición del parque automovilístico hacia la energía eléctrica es más evidente que nunca.
Gobiernos como el estadounidense han lanzado planes para potenciar este cambio y lograr que la mitad de vehículos vendidos en 2030 sean eléctricos, mientras que los últimos análisis de mercado proyectan un aumento de hasta 63 millones de unidades en las ventas por año de vehículos eléctricos de cara a 2040.
Europa pretende estar a la cabeza de esta revolución, y con esa idea en mente lanzó en octubre de 2017 la Alianza Europea de las Baterías (EBA, por sus siglas en inglés). El proyecto de la EBA busca hacer de Europa el líder global en producción y uso de baterías sostenibles, un mercado cuya valoración estima que rondará los 250.000 millones de euros a partir de 2025.
Para lograr alcanzar la meta, y gracias al apoyo del Banco Europeo de Inversión y otros organismos públicos y privados, desde Bruselas piensan destinar fondos sin reparo — como muestra la aprobación por parte de 12 estados miembros en enero de 2021 de un apoyo de 2.900 millones de euros a la investigación e innovación en la cadena de valor de las baterías.
España, por su parte, dio un paso adelante en la fabricación de coches eléctricos con la aprobación en julio por parte del Consejo de Ministros de su primer PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), centrado en impulsar la fabricación del vehículo eléctrico y conectado.
Ante el claro viento de cambio global y enfrascadas en la eterna guerra autonómica nacional, varias regiones españolas han iniciado una batalla por ser la beneficiaria de los fondos dirigidos al vehículo eléctrico, desvelando sus planes para acoger tanto gigafábricas de baterías eléctricas como otras plantas de producción que formen parte de la cadena de suministro eléctrica — y convencidas todas ellas de que serán las referentes del país.
Cataluña
El Gobierno, Seat e Iberdrola anunciaron en marzo de 2021 que pondrán en marcha la primera fábrica de baterías para coches eléctricos de España, que se ubicará cerca de Martorell — donde se ubica la planta de producción de Seat —.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aseguró en su día que el proyecto permitirá desarrollar «un conjunto de actuaciones que garanticen que existan en España las infraestructuras, instalaciones y mecanismos necesarios para fabricar de forma autónoma y competitiva un vehículo eléctrico conectado completo».
El proyecto de la fábrica en Martorell era una condición innegociable de Seat para escoger la planta catalana como sede de fabricación de su coche eléctrico.
A pesar de que la empresa matriz a la que pertenece Seat, Wolkswagen, no ha hecho oficial ninguna de las dos noticias, sí ha dado signos de que todo avanza de forma positiva. La empresa alemana ha pedido participar en el PERTE del vehículo eléctrico para instalar en España su tercera fábrica de baterías.
De forma paralela, el gobierno catalán ha deslizado durante este año que en su búsqueda de soluciones por dar uso a las instalaciones de Nissan una vez la empresa japonesa abandone Barcelona, podrían reconvertirse en una fábrica de baterías para vehículos eléctricos.
La surcoreana LG y la francesa Schneider Electric son las dos compañías que se han citado como principales candidatas, pero no ha habido ningún anuncio o aclaración respecto a estos planes tras el anuncio de la apertura de la fábrica de Seat.
Aragón
La comunidad de Aragón no ha realizado ningún anuncio específico relacionado con la creación de una fábrica de baterías para vehículos eléctricos, pero su presidente, el barón socialista Javier Lambán, sí ha sido uno de los más beligerantes en contra del anuncio de Seat, Iberdrola y el Gobierno central.
Sus muestras de recelo ante el anuncio que hizo el gobierno fueron tales que, de acuerdo a diferentes medios nacionales como el Periódico de Aragón, la ministra Maroto llegó a asegurar a Lambán después de su ya famoso anuncio «que no tiene decidido dónde se ubicará la primera fábrica de baterías para vehículos eléctricos».
Aragón cuenta con una planta del grupo PSA, fabricante de las marcas Citroen y Opel, que en 2020 afirmó su compromiso por modernizar sus instalaciones en Zaragoza, planes que incluyen la preparación de su propio taller de baterías previsto para 2021.
Esta iniciativa también aspira a recibir ayudas europeas, y ha servido de base para que Lambán solicite que la primera fábrica de baterías de España se ubique en Aragón, en vez de en Cataluña.
Extremadura
La Sierra de la Mosca de Cáceres es famosa por los yacimientos de litio que alberga, que la coloca como uno de los mayores productores de Europa de este mineral.
Por esa razón, Luis Salaya, el alcalde de la ciudad, dejó claras sus intenciones de pasar de proveedores a productores: “No permitiremos que condicione y sacrifique el futuro de una ciudad extremeña, nuevamente, por el desarrollo industrial de otras zonas del país”.
La Junta de Extremadura se ha tomado en serio esa amenaza, y a finales de marzo de 2021 — semanas después del anuncio de Seat y el gobierno central —, igualó la apuesta.
En una presentación oficial aseguraron que «Extremadura acogerá la primera fábrica de celdas de baterías del sur de Europa, un proyecto que se va a instalar en los terrenos de la Plataforma Logística del Suroeste Europeo, en Badajoz».
De acuerdo al anuncio, la fábrica contará con una superficie total de 177.000 metros cuadrados, una inversión prevista de 400 millones de euros y la creación de hasta 700 puestos de trabajo.
La iniciativa surge a propuesta de la empresa tecnológica española Phi4tech, y cuenta con una inversión total estimada es de unos 316 millones de euros. Durante la presentación de la fábrica, el consejero delegado de Phi4tech, Mario Celdrán, indicó que la fábrica tendrá una capacidad final prevista de 10 gigas.
País Vasco
En la lucha por asegurar fondos europeos, el gobierno vasco presentó en sociedad el pasado mayo el proyecto Basquevolt, una iniciativa público-privada impulsada por el gobierno autonómico junto a empresas privadas que «aspira a ser la primera giga factoría del mundo que ha desarrollado e industrializado la tecnología de las celdas de estado sólido«.
Basquevolt forma parte del consorcio de empresas y proyectos industriales españoles Battchain, coordinado por la aceleradora de energía europea, EIT InnoEnergy, que es a su vez gestor de la Alianza Europea de Baterías.
El proyecto de Battchain incluye a organizaciones repartidas por toda la península que se especializan en diferentes campos de la cadena de valor de baterías.
Basquevolt sería la encargada del diseño y fabricación de celdas de baterías en la gigafábrica de Euskadi, mientras que la empresa Extremadura Mining, por ejemplo, se ocuparía de la extracción y el refinado del litio necesario para potenciar estas baterías.
Una unión que busca hacer la fuerza, pero que en el caso de Extremadura Mining, se encuentra con la competencia en casa.
Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana presidida por Ximo Puig lleva un tiempo tratando de que la región de un paso adelante en su peso dentro del Estado, y en el caso de la lucha por el futuro eléctrico, no se ha quedado atrás.
La Generalitat Valenciana anunció en febrero de 2021 la creación de la Alianza Valenciana de Baterías con el objetivo de impulsar un centro de investigación y una planta de producción de baterías.
La iniciativa, de nuevo surgida de una colaboración público-privada que en el plano empresarial lidera Power Electronics, contempla una inversión conjunta «superior a los 2.000 millones de euros, la creación de 30.000 puestos de trabajo, y la aportación al crecimiento del PIB valenciano de 2.500 millones anuales».
Un aspecto importante de esta alianza es que cuenta con el apoyo de Ford, cuya planta de producción en Almussafes representa un importante pilar de la industria valenciana.
Ford ha asegurado que pretende producir sus propias baterías para sus coches eléctricos en 2025, por lo que la puesta en marcha de una gigafábrica «cerca de casa» en Valencia podría traducirse en la recuperación de una planta que se ha visto afectada por la crisis automovilística.
Valencia ha sido, además, fue una de las candidatas que manejó Elon Musk para construir su primera gigafábrica europea, y no se descarta que pueda ser la escogida para una futura segunda sede.
Galicia
Galicia peleó por ser la localización elegida para la tercera fábrica de baterías de Europa del grupo Stellantis, surgido de la unión del grupo PSA con Fiat, pero su sueño se desvaneció el pasado julio.
Pese a recibir la buena noticia el 7 de julio de que el centro del grupo en Vigo fabricará 6 nuevos vehículos comerciales eléctricos — los Peugeot e-Partner y e‑Rifter, los Citroën ë-Berlingo y ë-Berlingo VAN, y los Opel Combo-e Life y Combo-e Cargo —, Galicia se despertó al día siguiente con malas noticias.
Stellantis declinó la balanza de su nueva fábrica de baterías europea hacia el lado de Italia, dejando de invertir en España 30.000 millones de euros en electrificación y software hasta 2025.
El presidente Nuñez Feijóo, sin embargo, ya había visto venir este resultado. Durante la presentación de los 6 nuevos modelos del grupo en Galicia, El Español cuenta que el gallego mandó un aviso a navegantes: «España ha llegado tarde para la fábrica de baterías».
Con suerte, la guerra autonómica no deriva en los mismos resultados para el resto de regiones del Estado.
Noticia original: Business Insider
Autor: Ulises Izquierdo