Lagarde y el BCE tratan de doblegar de nuevo a la prima de riesgo
Christine Lagarde deja claro que la institución comprará el volumen de deuda que sea necesario para enfrentar los efectos del coronavirus
Christine Lagarde continúa tratando de arrimar el hombro para impedir que los costes de financiación de países como España se disparen. Durante los encuentros del Fondo Monetario Internacional (FMI) este jueves, la presidenta ahora del BCE y antes de este organismo ha dejado la puerta abierta a adoptar nuevas medidas si es necesario para asegurar la estabilidad de la zona euro durante la crisis del coronavirus.
«El Consejo de Gobierno se compromete a hacer todo lo necesario dentro de su mandato para ayudar a la zona euro a superar esta crisis. Está totalmente preparado para aumentar el tamaño de sus programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y durante el tiempo que sea necesario. Explorará todas las opciones y todas las contigencias para apoyar a la economía en este shock», señala el BCE.
Este mensaje ha llegado un día después de que la prima de riesgo española, que mide el mayor o menor coste de financiación de España respecto a terceros países, marcara máximos desde el 18 de marzo. La deuda española se había visto afectada justo por las malas previsiones económicas lanzadas por el fondo en los dos últimos días, tanto respecto al PIB y el desempleo, como al endeudamiento. Lagarde parece que está copiando su propia estrategia de hace un mes cuando permitió que se relajaran los costes de financiación de España tras presentar por sorpresa un programa de compra de deuda específica para la crisis, por 750.000 millones.
Antes de la intervención de Lagarde, el Tesoro español había realizado una emisión de deuda, en la que de nuevo se incrementaron los costes de financiación. En concreto, captó 6.535,5 millones; en una de las muchas colocaciones que se teme que tendrá que realizar a lo largo de este año y probablemente del que viene.
El BCE, una pieza clave
Con el acuerdo de los eurobonos completamente bloqueado, cada país tendrá que financiar el propio coste de su crisis y las compras del BCE son una pieza clave para amortiguar el incremento de los costes de países como Italia, España, que están siendo especialmente afectadas por la pandemia y que además llegan a esta crisis con unos niveles de endeudamiento muy significativo, que el FMI estima que irán más allá.
En el caso de España, si se cumpliera el escenario adelantado por el fondos, en 2021 la deuda bruta a los 1,37 billones; un 15% más que al cierre 2019. Financiar los costes sanitarios y de protección social de la pandemia en el escenario económico que ha dibujado el FMI supondría elevar la deuda en circulación en más de 180.000 millones en dos años. La parte más importante del incremento se asumiría en 2020, requiriendo elevar la deuda en unos 110.000 millones.
En este contexto, la actividad de compra de deuda del organismo puede ser clave para evitar que los costes de financiación de nuestro país se disparen en comparación con las de otros miembros de la zona euro, como, por ejemplo, Alemania.
El gran volumen de deuda que debe emitir España ha reabierto el debate sobre si podría ser necesario que España recurriera a los fondos MEDE para financiar una parte del coste. El Eurogrupo ha validado que los países pueden financiarse a tipos más competitivos y para coste sanitarios a través de este fondo; un recurso que hasta ahora Nadia Calviño ha señalado que no contempla utilizarse.
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE y buen conocedor del MEDE porque fue el quién activó los fondos para respaldar al sector financiero en 2012, ya está tratando de templar los ánimos al señalar que esta vez no volverán los «hombres de negro». Así era como se conocía a la expedición del FMI, la Comisión Europea y el BCE que controlaban que España no se desviara de los compromisos firmados para pactar el rescate.