La UE tendrá que decidir qué empresas deja caer tras los salvavidas de 2020

La pandemia de coronavirus provocó un endeudamiento en masa de las empresas de la Unión Europea. Pero esto no fue un problema excesivamente grave. Las compañías contaban con ayudas estatales y los estímulos del Banco Central Europeo (BCE) para sobrevivir en medio de los confinamientos que paralizaron la economía. 

De esta forma se evitaron las quiebras. Incluso, paradójicamente, en 2020 hubo menos bancarrotas que en 2019. El problema que enfrentan ahora los gobiernos será decidir a qué empresas mantendrán con vida y cuáles dejarán detrás. 

Según la Comisión Europea, casi un 25% de las compañías de los Veintisiete habrían tenido problemas para mantenerse al día con los pagos de no ser por la suspensión de requisitos de reembolso de préstamos y la relajación temporal de las normas. Y, según informa Bloomberg, en el tercer trimestre de 2019 se repartieron 587.000 millones de euros de préstamos. Estas ayudas equivalieron al 19% de la producción del bloque. 

Casi un 25% de las compañías de los Veintisiete habrían tenido problemas para mantenerse al día con los pagos de no ser por la suspensión de requisitos de reembolso de préstamos

Pero de nuevo hay que tomar decisiones. El pasado 11 de diciembre los líderes de la Unión Europea aprobaron un gran paquete de ayudas. La preocupación en aquel momento, según han informado fuentes cercanas a Bloomberg, era que se produjera una ola de insolvencias empresariales que se extendiera por el sector bancario y dificultara la recuperación económica. Y ahora este sigue siendo el principal punto encima de la mesa.

Los países con más margen fiscal podrán otorgar más ayudas

Tres meses más tarde vuelven a reunirse con dos objetivos claros. El primero será acelerar el plan de vacunación en los estados miembro e inmunizar a 500 millones de personas. Y el segundo será evaluar por primera vez desde diciembre el estado de la economía. Aquí es donde se planteará el dilema de a qué empresas tendrán que quitarle gradualmente el apoyo. 

«Es un riesgo muy significativo para nosotros», ha asegurado Paschal Donohoe, el ministro irlandés que lidera las reuniones de los jefes de finanzas de la zona del euro, en una entrevista con Bloomberg. Y es que mientras las reglas de subsidios estatales de la UE sigan siendo flexibles, permitirán que los ejecutivos ayuden a las empresas afectadas por la pandemia. 

Mientras las reglas de subsidios estatales de la UE sigan siendo flexibles, permitirán que los ejecutivos ayuden a las empresas afectadas por la pandemia

Pero dependerá de cada país. Es decir, aquellos con más margen fiscal podrán otorgar más ayudas, como es el caso de Alemania, mientras que Francia ya ha presentado un plan de garantía estatal para apoyar a las empresas «cueste lo que cueste». 

“A medida que los gobiernos avanzan hacia la siguiente fase de medidas de recalibración, los ministerios de finanzas analizarán tres cosas clave para decidir qué empresas necesitarán más apoyo”, ha apuntado Donohoe.  

El sector turístico: preferencia de la UE para recibir ayudas 

El primero de ellos, según ha explicado el ministro irlandés al citado medio, es el impacto del empleo centrado en algunos de los sectores más afectados. El mejor ejemplo es el turismo, especialmente en el sur de Europa. Para Donohoe hay que centrar el apoyo en estas compañías para respaldar los puestos de trabajo. 

Por otro lado, en la reunión de este jueves también se analizarán las medidas que se llevarán a cabo en el medio plazo para frenar la pandemia. Donohoe ha advertido que algunas economías todavía sufrirán profundan restricciones hasta que no avance el plan de vacunación. 

Finalmente, se pondrá el foco en a la gravedad del estrés financiero en sectores específicos. No todas las empresas enfrentan la crisis sanitaria y económica de la misma manera. La UE se centrará en los más necesitados y ayudará a evitar un aumento peligroso de préstamos que, si no se devuelven, ejercerán una presión adicional sobre el sistema financiero. 

No obstante, «nuestras medidas de apoyo son tan amplias que por sí mismas están desempeñando un papel preventivo en la supresión de un riesgo del sector financiero», ha concluido Donohoe.