La UE estudia la construcción de un gasoducto entre España e Italia de hasta 3.000 millones
El proyecto conectaría Barcelona y Livorno bajo el mar Mediterráneo un con un tubo de 700 kilómetros que transportaría gas para abastecer a Europa
Bruselas quiere dejar de depender del gas y el petróleo ruso tras la invasión a Ucrania y para ello está estudiando alternativas dentro del Repower UE, la hoja de ruta del Ejecutivo comunitario y paliar así la crisis energética.
Por primera vez, la Comisión Europea se ha planteado la construcción de un gasoducto entre España e Italia que iría bajo el mar Mediterráneo y tendría 700 kilómetros. Este proyecto requeriría una inversión de entre 2.500 y 3.000 millones de euros y su construcción tardaría entre uno y dos años, según informa El País.
«Es solo una hipótesis y tiene que ser estudiada»
Mario Draghi, primer ministro italiano
El gasoducto entre Barcelona y Livorno se presenta como una segunda alternativa para poder abastecer tanto a Italia como a los países del centro y el norte de Europa. Este proyecto dejaría un cierto rendimiento económico en España y podría hacer recapacitar al país dirigido por Macron para retomar la construcción del Midcat.
Condiciones del Gobierno español: financiación y no olvidar el Midcat
La conexión entre España e Italia podría estar cada vez más cerca. El 11 de mayo, Enagás y Snam firmaron un acuerdo para explorar la viabilidad del proyecto.
Arturo Gonzalo, el consejero delegado de Enagás, ha explicado al mismo medio que desde la gasística española están trabajando «para reforzar y completar las las interconexiones para contribuir a la seguridad de suministro energético de Europa». Asimismo, ha subrayado que «en todos los casos hablamos de interconexiones diseñadas desde el principio para transportar hidrógeno, aunque en los primeros años se utilicen para transportar gas natural”.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, aseguró que el proyecto “es algo que puede funcionar para llevar los recursos del sur del Mediterráneo al norte de Europa”, pero que tras una conversación con Sánchez, señaló que «es solo una hipótesis y tiene que ser estudiada».
Por su parte, el Gobierno español insiste en que esta construcción tiene que estar financiada por los presupuestos comunitarios o de Italia y los países del centro y el norte de la Unión. Asimismo, pide que no se deje en el olvido el Midcat, ya que es uno de los gasoductos más importantes del país y, en un futuro, tendrá un papel determinante para el transporte de hidrógeno verde.
Bruselas contempla la resurrección del Midcat
La península Ibérica guarda otro as bajo la manga, pero Francia lo rechaza. No obstante, ahora Bruselas contempla la resurrección de este proyecto en su hoja de ruta. Se trata del gasoducto Midcat, la interconexión entre Hostalric (Girona) y Barbaira (Francia), para transportar gas entre ambos países a través de la frontera de los Pirineo, que se inició a principios de los 2000 con el apoyo de la Comisión Europea, pero que España tuvo que guardar en un cajón por el rechazo de Francia.
Tras la invasión a Ucrania, el Gobierno de Sánchez ha luchado para que la UE incorpore el gasoducto en un plan para la desconexión total del gas ruso. Sin embargo, hay cierto interés en convertirlo en una infraestructura esencial para el transporte de hidrógeno renovable en un futuro. Asimismo, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha insistido en reiteradas ocasiones que el Midcat debe estar financiado con «fondos suficientes» como proyecto europeo, ya que serviría para garantizar el suministro de países vecinos y transportar en el futuro gas natural mezclado con gases renovables y, posteriormente, hidrógeno verde.
El hecho de que la Comisión Europea tenga en cuenta estos proyectos en su hoja de ruta, demuestra que Bruselas podría recurrir a estas infraestructuras para reducir su dependencia en un 66% de Rusia antes de final de año.