La subasta del Banco de Valencia pierde atractivo
La necesidad de provisiones y los nuevos requisitos de Bruselas frenan el interés de los candidatos y retrasan la puja
La subasta de Banco de Valencia ha dado un vuelco en las últimas semanas, afectada por la convulsión que vive el sistema financiero español, desde la nacionalización de Bankia hasta la prematura salida de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) del Banco de España.
El proceso de adjudicación de la entidad valenciana, intervenida desde noviembre por el Frob, ha sufrido retrasos y ha perdido atractivo, según apuntan fuentes financieras. De hecho, a estas alturas ni tiene una fecha definitiva ni los candidatos son tan firmes como antes.
Los cinco aspirantes (BBVA, Santander, BMN, Unicaja e Ibercaja) han analizado a fondo el agujero de Banco de Valencia durante las últimas semanas tras presentar una oferta no vinculante, pero ahora tienen nuevos motivos para dudar de la idoneidad de la operación. Mientras, Liberbank y Popular, ya están descolgados de la puja.
Nuevos obstáculos
El nuevo decreto de saneamiento del sector financiero, que endurece de forma significativa las exigencias de provisiones, se ha convertido en un nuevo obstáculo. Sobre todo para una entidad de tamaño medio como BMN, que hasta ahora había sido el gran favorito y el que más interés había mostrado por comprar Banco de Valencia.
De hecho, el grupo que preside Carlos Egea tiene serias dudas sobre los vencimientos que tendrá que afrontar Banco de Valencia en los próximos años. El administrador del Frob, José Antonio Iturriaga, ya aseguró en la junta de accionistas que el “hueco” de liquidez era de 10.000 millones de euros.
Sucursales
Además, los nuevos requisitos de Bruselas, que obligarán al nuevo grupo formado tras la fusión a no contar en la región afectada con más sucursales de las que tenía la entidad adquirida cuando funcionaba en solitario, suponen otro inconveniente. Sobre todo para las grandes entidades, BBVA o Santander, muy expandidas en la Comunitat.
De hecho, en una situación parecida, Sabadell ya sabe que deberá cerrar como mínimo 138 oficinas en la Comunitat Valencia y Murcia tras absorber la CAM.
Retraso
Por último, la subasta ha sufrido nuevos retrasos. El Frob ya ha hecho saber a los candidatos que ha decidido retrasar como mínimo en 15 días el plazo de presentación de ofertas vinculantes. Es decir, ahora tendrán hasta mediados de julio. Una opción que no ha gustado a sindicatos ni accionistas, deseosos de saber cuál será el futuro de Banco de Valencia.