La solución final para acabar con la corrupción, las drogas y las cajas B
El ex economista jefe del FMI idea un plan para acabar con estos delitos en 15 años sin alterar la estabilidad de precios ni los intereses
El ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kenneth Rogoff publica el libro Reduzcamos el papel moneda, un llamamiento a acabar progresivamente con los billetes para reducir la corrupción, la evasión fiscal, el tráfico de drogas y la economía sumergida apostando, en su lugar, por la tecnología. Rogoff (Nueva York, 1953), profesor de políticas públicas en Harvard, aborda en esta obra el «lado oscuro» del papel moneda y propone un plan para hacer desaparecer gradualmente la mayor parte de los billetes durante los próximos 15 años, comenzando por los de mayor valor.
El economista analiza por qué el dinero físico se ha convertido en «una maldición» y cómo la economía podría sobrevivir sin necesidad de efectivo, en línea con el uso cada vez menor del papel moneda en las economías avanzadas, como el anuncio del Banco Central Europeo de dejar de imprimir el billete de 500 euros.
El efectivo en circulación, sostiene el autor, alimenta la evasión fiscal, la corrupción, el lavado de dinero, el terrorismo, el tráfico de drogas y de personas y la economía sumergida, en especial el papel moneda de mayor denominación, por lo que su restricción «dificultaría» estas actividades delictivas. Para el norteamericano, una inmensa parte de la oferta monetaria mundial está en billetes de alta denominación que los ciudadanos normales «raramente ven o usan», por lo que los considera los «más problemáticos» y los que deben ser eliminados en primer lugar.
Tarjetas subsidiadas
El que fuera economista jefe del FMI de 2001 a 2003 propone desvincular la economía del papel moneda, un elemento que «puede entorpecer» la política monetaria, como asegura que ha sucedido en la reciente crisis financiera debido a que los inversores acumulaban efectivo. En este sentido, el plan de Rogoff pasa por eliminar el dinero físico paso a paso y, para esa transición, aborda cuestiones como la estabilidad de los precios y la necesidad de proporcionar tarjetas de débito subsidiadas a los más desfavorecidos.
También detalla cómo la desaparición de los billetes podría beneficiar a las monedas digitales, en un ámbito que en su opinión en el futuro debería estar controlado por los gobiernos y no en manos privadas, a la vez que aumentaría la importancia del oro como referencia. Asimismo, el economista explica cómo se controlaría la inflación y cómo afectaría al manejo de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, pese a que la ciberseguridad se convertiría en este aspecto en un elemento de preocupación.