La pandemia dispara otra vez en abril la factura del supermercado
El gasto de los españoles se concentra en la alimentación. Los frescos suben un 6,9%, todavía con más fuerza que en marzo
Desde que se decretara el estado de alarma a mediados de marzo solo se han visto colas en dos lugares: los supermercados y las farmacias. El consumo de los españoles, con todo el comercio no esencial cerrado, se está concentrando en la alimentación y la salud y está pagando más por ello.
Los datos de inflación publicados este jueves por el INE, que revelan una caída del IPC del 0,7%, son irreales porque los productos básicos, que son los que realmente se están consumiendo dadas las limitaciones de movilidad, se están encareciendo.
Es un ascenso que golpea especialmente a las familias con más problemas económicos, que ven incrementarse el coste de lo más básico. En concreto, los alimentos frescos se encarecieron en abril un 6,9% interanual, mientras que el conjunto de la alimentación no elaborada ha subido un 4%, impulsados por el miedo a que se produjeran problemas de abastacimiento y al incremento de la demanda.
El encarecimiento de abril es un suma y sigue, porque el ascenso es notablemente superior al registrado en marzo. De acuerdo con el INE, el primer mes de estado de alarma la alimentación fresca se encareció un 3,9%, en tanto que el resto de la lista del súper, sin tener en cuenta los alimentados elaborados, se incrementó un 2,5%.
Respecto a marzo, la subida de la alimentación fresca es del 2,6% y del conjunto de productos alimenticios del 1,4%.
Fuertes descensos mensuales en carburantes y vivienda
En contraste, otras partidas que en los últimos años habían colaborado de manera importan a calentar la inflación española, como los carburantes o la vivienda caen con fuerza respecto a marzo. «Transporte, con una variación del -6,8%, más de cuatro puntos por debajo de la del mes anterior, consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal descienden este mes, mientras que subieron en abril de 2019», apunta el INE en una nota de empresa.
Respecto a la vivienda, también retrocesde. «Vivienda, que disminuye su tasa casi dos puntos, hasta el -6,6%, debido a la bajada de los precios de la electricidad y el gasóleo para calefacción este mes, frente al aumento que experimentaron el año anterior», apunta en su comunicado.
Nuevo modelo por el confinamiento
El INE reconoce que se ha visto obligado a realizar cambios en el sistema que adopta para recopilar los datos, dado que nunca se había decretado una situación de confinamiento como la que vivimos.
«La recogida de precios mediante visita al establecimiento se ha suprimido. En una situación normal, la mayor parte de los precios que sirven de base para el cálculo del IPC se recogen mediante la visita de los encuestadores del INE a los establecimientos que forman parte de la muestra», revela al instituto.
«A partir de la declaración del estado de alarma, que conlleva el cierre de establecimientos y el confinamiento de la población, ha sido necesario adaptar el sistema y acometer la operación de recogida mediante contacto telefónico con los informantes o la obtención de la información a través de Internet», explica.