La otra pandemia: la caída del poder adquisitivo no cesa
El repunte de los precios cercena aún más el poder adquisitivo de los españoles, que cerró 2020 con la mayor bajada en 45 años
El impacto de la crisis de la Covid-19 desatada en España en marzo de 2020 y las restricciones fijadas para evitar los contagios ha provocado el cierre de miles de negocios y ha afectado a los bolsillos de millones de familias en España, que han visto como algunos de sus miembros ha perdido el empleo o se ha visto afectado por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) .
La profunda recesión desatada por la crisis redujo el PIB un 10,8% el año pasado y la batería de medidas aprobadas por el Ejecutivo no impidió que la renta bruta disponibles de los hogares españoles cayese un 3,3% en el conjunto del ejercicio, la mayor merma de toda Europa.
El Gobierno se afana en trasladar a la opinión pública que la recuperación está “en marcha” y se intensificará gracias a la llegada de los fondos europeos a través de las reformas e inversiones recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado el pasado miércoles por Bruselas.
Aunque desde finales del mes de marzo los indicadores económicos han empezado a repuntar gracias al avance en el proceso de vacunación, mayor del esperado, y la relajación de las restricciones de movilidad, lo cierto es que los estragos de la crisis se siguen sucediendo y los españoles siguen sufriendo una notable pérdida de poder adquisitivo.
Así lo confirman a Economía Digital los expertos consultados y así se evidencia de los indicadores económicos que permiten hacer una idea general sobre la evolución del poder adquisitivo de los españoles, que lejos de mejorar se ha ido deteriorando en los últimos meses por distintos factores .
Aumenta la pobreza y la desigualdad
El economista jefe de BBVA Research para España y Portugal, Miguel Cardoso, constata que “definitivamente” ha aumentado más la pobreza en España al haber más personas inactivas laboralmente, más de 400.000 trabajadores todavía bajo un ERTE cobrando parcialmente su sueldo y un mayor porcentaje de personas con menores ingresos.
“La desigualdad ha aumentado”, sentencia Cardoso, quien explica a Economía Digital que la crisis ha afectado particularmente a los trabajadores del sector servicios, hostelería, autónomos y a los pequeños comercios.
Confirma estas afirmaciones también el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), Antonio Pedraza, que señala a Economía Digital que la renta per cápita ha pasado de una media de alrededor de 26.400 euros antes de la pandemia a en torno los 24.000 euros.
A ello se suma los 462.000 afectados por un ERTE, según los últimos datos, y los más de 400.000 autónomos en cese de actividad, más los futuros afectados una vez finalice la moratoria concursal prorrogada hasta diciembre, señala Pedraza,
Pese a todo ello, Cardoso indica que las medidas como los ERTE o los avales del ICO han permitido salvar buena parte del empleo y mantener con vida miles de empresas, por lo que el aumento de la pobreza es inferior al de anteriores crisis. Según el Gobierno, las medidas aprobadas han evitado la destrucción de 3,5 millones de empleos y una caída del 25% del PIB .
El IPC se dispara: cuesta de enero en verano
Junto a la pérdida de más de 440.000 empleos tras un año de pandemia y el perjuicio retributivo sufrido por los 3,6 millones de españolas que estuvieron afectados por un ERTE en el pico máximo de la pandemia, lo cierto es que el poder adquisitivo se ha visto lastrado más acuciantemente en los últimos meses por el repunte de los precios.
En pleno debate en los bancos centrales sobre si hace falta definir un objetivo de inflación más preciso que el de una tasa de inflación aproximada al 2% marcada por el Banco Central Europeo (BCE), los precios en España continúan al alza y la cesta de la compra de los españoles se sigue encareciendo coincidiendo con el inicio de la reactivación económica.
En detalle, la tasa anual estimada del Índice de Precios de Consumo (IPC) en mayo de este año fue del 2,7%, acumulando cinco meses consecutivos con tasas positivas y alcanzando su mayor nivel desde febrero del año 2017, principalmente por el alza de la electricidad y los. carburantes, lo que anticipa una cuesta de enero en los meses de verano.
Pensionistas: pérdida de 1,6 puntos que se compensará
Esta tendencia alcista de los precios impacta de lleno en los bolsillos de los españoles que ven cómo este año acumulan una pérdida de poder adquisitivo que supera de media el 1%, ya que el aumento de los precios ha superado con creces el alza de sus salarios o pensiones.
Este es el caso de los pensionistas, un colectivo que aglutina a entorno 9 millones de personas que han visto mermado su poder adquisitivo en prácticamente dos puntos, ya que el alza del IPC del 2,7% deja muy atrás el aumento del 0,9% de sus prestaciones aprobado por el Gobierno para este año.
No obstante, el colectivo de los pensionistas, uno de los más activos a la hora de reivindicar la revalorización de las pensiones con arreglo al IPC para evitar precisamente la pérdida de poder adquisitivo, previsiblemente no se verá afectado a medio plazo por el repunte de la inflación.
Y es que el Ejecutivo ya se ha comprometido a efectuar de nuevo en 2022 una paga compensatoria por el decalaje entre la subida de las pensiones y el alza de la inflación, la conocida como ‘paguilla’, que podría ser la última ante la cuasi inmediata reforma de pensiones que aprobará el Gobierno en breve una vez cierre el acuerdo con los agentes sociales.
Esta reforma garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo al ligar las revalorización de las pensiones con la variación de los precios, si bien comportará otras medidas para impulsar el alargamiento de la vida laboral y penalizar la jubilación temprana.
Funcionarios: pérdida acumulada y en el medio plazo
La compensación por esta pérdida de poder adquisitivo no llegará en cambio al colectivo de los alrededor de 3,5 millones de empleados públicos de las administraciones, que también vieron revalorizado su salario un 0,9% este año.
Lo cierto es que el colectivo de funcionarios se ha visto notablemente más perjudicado en cuanto a la pérdida de poder adquisitivo que los jubilados en los últimos años, ya que según denuncian los sindicatos, conforme a las distintas subidas salariales acumulan una merma del 10%.
Esta situación previsiblemente se seguirá sucediendo ya que la intención inicial del Gobierno es seguir elevando los sueldos públicos conforme al IPC al menos hasta el año 2024, lo que podría seguir cercenando su poder adquisitivo.
Asalariados
La pérdida de poder adquisitivo se traslada también en el resto de asalariados, al menos entre los trabajadores bajo un convenio colectivo ya que los salarios pactados en convenio subieron de media en abril un 1,55% y se sitúan ahora en torno al 1,8%, muy por debajo del IPC publicado por el INE.
Es decir, los 4,1 millones de trabajadores asalariados que están acogidos a esos convenios colectivos han visto reducido su poder adquisitivo en prácticamente un punto, en un contexto en el que algunos de ellos todavía se encuentran bajo un proceso de ERTE, cuando no de ERE.
Cabe señalar que el coste laboral de las empresas subió un 1% en el primer trimestre del año. Dentro del coste total, el componente del coste salarial por trabajador y mes, que comprende salario base, complementos salariales, pagos por horas extraordinarias, pagos extraordinarios y pagos atrasados, medidos en términos brutos, subió el 1% y alcanzó los 1.907,82 euros de media.
El alza de la luz impacta más en colectivos con menos ingresos
En el comportamiento alcista de los precios destaca el repunte de la luz, que ha alcanzado niveles récord coincidiendo con la entrada del nuevo sistema horario, y la subida de los precios de los carburantes y combustibles, que alcanza sus mayores niveles desde octubre del año 2014, según datos del Boletín petrolero de la UE.
Cardoso explica a Economía Digital que el impacto más importante de la inflación recae sobre los colectivos de jóvenes y aquellos con menores ingresos, al ser los que destinan mayor parte de su presupuesto a alimentos y a los gastos del hogar.
Pedraza (CGE) también augura que el asunto del alza de la luz, el gas, el petróleo y el combustible van a afectar “poderosamente” la capacidad adquisitiva de la clase media, muy influenciada por el gasóil y la energía, especialmente en el verano.
La mayor pérdida de poder adquisitivo en 45 años
Con todo, la segunda edición del Anuario del Mercado de Trabajo elaborado por Adecco Group Institute reflejó que, en 2020, el salario real cayó un 2,7%, pues el descenso de un 3% del salario nominal fue en parte compensado por una caída de un 0,3% del IPC.
Se trata de la mayor pérdida de poder adquisitivo del salario medio en al menos 45 años, lo que hizo a su vez que el poder de compra del salario medio retrocediera a un nivel similar al que tuvo en 2003.
No obstante, se registraron diferencias en función del tamaño de las empresas, ya que mientras el salario medio bruto de las empresas con al menos 200 asalariados se mantuvo por encima de los 2.000 euros mensuales en 2020, el de aquellas con menos de 50 asalariados fue de 1.340 euros.
Además, las empresas más grandes presentan una mayor capacidad de resistencia en la adversidad: el salario promedio de las empresas de 200 y más trabajadores disminuyó un 1% en 2020, el de aquellas con menos de 50 trabajadores se redujo un 5,9%.
El mayor nivel salarial y la mayor capacidad de resistencia de los salarios en las grandes empresas obedece a que los salarios dependen, en última instancia, de la productividad del trabajo, y por ello se da el patrón estructural por el que el nivel de las remuneraciones tiende a ser más alto cuanto mayor es el tamaño de las empresas.