La ocupación hotelera alcanza el 80% gracias el impulso de los turistas nacionales
Las comunidades de la costa mediterránea lideran los datos de ocupación, mientras que las grandes ciudades (Madrid y Barcelona) empeoran sus cifras
Varios turistas saludan al fotógrafo sentados en una terraza de Benidorm, uno de los destinos turísticos que tiene precios menores que en 2021. EFE/Manuel Lorenzo
La llegada de turistas nacionales ha dado un impulso al sector hotelero en el tramo más fuerte de la campaña de verano. La ocupación media de los hoteles ha alcanzado el 80% durante la primera quincena de agosto en el conjunto del país, con algunas autonomías ya en niveles prepandemia.
El resultado más positivo se ha producido en la zona de la Costa Brava (Girona) donde se han copado todas las plazas hoteleras. La Comunidad Valenciana se ha convertido en otro de los puntos clave de este verano con cuotas del 90% en varios puntos de su territorio, de acuerdo a los datos recabados por Efe.
Estas cifras han estado marcadas por el buen resultado que ha ofrecido el turismo nacional que se ha volcado con los destinos interiores este verano. Sin embargo, los datos no permitirán alcanzar los niveles de facturación del año 2019 ya que el 70% de los ingresos procede de los visitantes de fuera de nuestras fronteras.
Los datos de ocupación muestran el éxito que ha tenido la campaña de verano en las zonas del Mediterráneo, que BBVA Research ya coloca como una de las áreas que más crecimiento económico protagonizará a lo largo del 2021 por su oferta turística.
La Costa Dorada ha alcanzado entre un 70% y un 80% de ocupación, aunque todavía cuenta con un cuarto de sus hoteles cerrados. Mientras que Murcia ha llegado hasta el 85% con la esperanza de que se incremente en la segunda parte del mes.
Baleares adelanta a Canarias como el archipiélago más demandado
Los dos archipiélagos, destinos tradicionales de los turistas británicos y alemanes, han alcanzado números algo más modestos. En Mallorca la ocupación supera el 60%. Mientras que en Ibiza y en Formentera han alcanzado el 70%, todavía 21 puntos por debajo de los registros de 2019.
Los datos, en todo caso, son algo mejores que en Canarias. En la provincia de Las Palmas, que concentra los destinos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, los hoteles se han mantenido entre un 50 y un 60%, aunque fundamentalmente por desplazamientos internos.
La pandemia castiga al turismo en las grandes ciudades
Los que sí que no han logrado levantar el vuelo son las grandes ciudades que han pagado el precio de la quinta oleada de contagios. En la Comunidad de Madrid la ocupación de la primera quincena de agosto es de apenas el 34% y solo el 68% de los hoteles han abierto sus puertas. Se trata principalmente de turistas nacionales, aunque también hay italianos y franceses.
Tampoco son buenos los registros en Barcelona que se prepara para una campaña estival negativa. La asistencia es de apenas el 40% de la capacidad que tienen actualmente los establecimientos que continúan abiertos.
La crisis del coronavirus relanza el turismo rural
Como contraposición a la crisis de las grandes urbes, la pandemia ha relanzado un poco las cifras en las comunidades que tienen una presencia fuerte de turismo rural. En Navarra se han alcanzado cotas de entre el 80 y el 90%. Un dato similar al que presenta La Rioja.
Algo más baja ha sido la primera semana en Extremadura con datos que oscilan entre el 75% y el 80%, mientras que en Zaragoza (Aragón) se ha quedado en un 50%.
También presenta un buen mapa la cornisa cantábrica. En Galicia las cifras bailan entre el 65% y el 85% a pesar de la caída de turismo extranjero. En el País Vasco entre el 60% y el 75%, mientras que en Cantabria esperan mejoras sus cifras del año pasado y lograr el 70%.
