La OCDE pide la retirada progresiva de las ayudas por la subida de la energía

La organización recomienda en su informe sobre la UE y al zona del euro un retorno a la consolidación fiscal que pasa por reducir el gasto público y los incrementos de deuda

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, protagoniza, este lunes, un desayuno informativo organizado por Fórum Europa. EFE/Emilio Naranjo

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha instado a que los países miembro de la Unión Europea vuelvan a la senda de consolidación fiscal y retiren de manera progresiva las medidas de apoyo ante las subidas de los precios energéticos por la invasión rusa de Ucrania. En su informe ‘Economic Surveys: European Union and Euro Area’ publicado este viernes instan a que estas ayudas estén más dirigidas y que sean consistentes con los objetivos de ahorro y reducción de emisiones.

«Las medidas para mitigar la crisis energética han incrementado aún más la deuda pública y deben estar más enfocadas y, progresivamente, ser retiradas, aunque los precios de la energía sigan siendo elevados», defiende el organismo con sede en París. En su proyección económica, avanza un crecimiento más lento en todo el conglomerado para este año (0,9%), aunque se recuperará ligeramente para el año que viene. Con todo, la inflación, sobre todo la que definen como ‘núcleo’ (subyacente), persistirá en niveles elevados.

En este sentido, y para evitar efectos perniciosos, la OCDE también recomienda que el impulso de los fondos Next Generation EU sea implementado de manera eficiente para evitar que impulse la inflación en el medio plazo, pero sí el crecimiento económico.

Evitar efectos de segunda ronda

«Los efectos de segunda ronda de la inflación deben ser disminuidos, ya que podrían prolongar el periodo de desinflación y, potencialmente, disparar una espiral salarios-precio», detalla el informe. En un tono más pesimista, recuerda que, desde la década de los 50, ningún episodio de desinflación protagonizado por un Banco Central se ha producido sin una recesión o sin un «sacrificio económico sustancial». Además, recuerdan, el mercado laboral sigue mostrando mucha rigidez en todo el conglomerado, con bajas tasas de desempleo y alta proporción de vacantes. «Dado que esos factores estructurales, como la relocación laboral y la eficiencia en las ofertas, no pueden ser influidos por la política monetaria, el descenso de la inflación parece improbable sin un incremento correspondiente en la tasa de desempleo a corto plazo», defienden los autores.

Al respecto, la OCDE recomienda que se flexibilice en todo el conglomerado la movilidad laboral, lo que podría solventar el problema de las vacantes a nivel comunitario. Una medida que, además, permitiría profundizar en el mercado único. Además, proponen agilizar el reconocimiento de los expedientes académicos o profesionales entre países, así como fomentar los recursos para el aprendizaje en jóvenes trabajadores.

La excepción española: los hogares ancianos aguantan mejor la inflación

Sobre los efectos de la inflación, la OCDE concluye que las subidas de precios golpean con más ahínco a los hogares de bajos ingresos, en las zonas rurales y aquellos más envejecidos. Aunque, en este último caso, con una excepción: España. Los hogares más ancianos de nuestro país son los que mejor han aguantado el choque de los incrementos energéticos, aunque no da detalles de las razones por las que esto sucede. «Los hogares de bajos ingresos, los rurales y los más envejecidos han estado generalmente más expuestos al shock de precios que el hogar medio, aunque las pérdidas de poder acumuladas en estos grupos son heterogéneas en los distintos países», explica el documento. «Vivir con pocos ingresos no es, a menudo, la vulnerabilidad más importante, en comparación con vivir en una población pequeña y aislada y ser anciano, lo que son factores relevantes de vulnerabilidad», incide.

En este sentido, el informe reconoce que las diferencias en el gasto energético son más pronunciadas en función del lugar de residencia que en función de la renta de los hogares, mientras que no varía igual de acuerdo a la edad en los distintos países. «Por ejemplo, en España los precios energéticos han afectado menos a los más ancianos que a las personas de mediana edad», subraya.

Álvaro Celorio

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