La negociación del ERE de Caixabank se enroca
El banco y los sindicatos mantienen sus posiciones con el foco puesto en las prejubilaciones y Banca Cívica
Caixabank y los sindicatos están estancados en la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que la entidad quiere aplicar a partir de este año. Este jueves se ha celebrado la cuarta reunión sin que haya habido avances.
Caixabank ha planteado 831 prejubilaciones este año, así como iniciar otras medidas voluntarias para cubrir el excedente de 3.002 profesionales. Habrá despidos si no se llega a esta cifra, según los sindicatos.
Despidos sobre la mesa
CCOO, UGT y SECPB (con los que suma una representatividad del 96,83%) rechazan la posibilidad de despidos, así como la propuesta de que ya no se reincorporen los trabajadores afectados actualmente por un ERE de suspensión en Banca Cívica.
Vuelven a instar al banco presidido por Isidro Fainé a que negocie medidas voluntarias.
Según CCOO, Caixabank ha ofrecido la prejubilación inmediata de 247 personas nacidas el 1954 –con un 75% del salario bruto– y a finales de año de 584 empleados del 1955 –con una retribución del 70%–.
Movilidad geográfica
También ha puesto sobre la mesa la necesidad de aplicar la movilidad geográfica, ya que el 70% de las prejubilaciones potenciales se producirían en Catalunya, por lo que empleados del resto de España deberían trasladarse.
Respecto a las bajas voluntarias, anticipa la apertura de un periodo durante 2013 y el primer semestre de 2014, pero todavía no ha especificado condiciones económicas, y si estas bajas también podrían suponer más necesidades de movilidad geográfica de plantilla.
‘Excedentes‘
Según una tabla reproducida por el sindicato, los mayores excedentes de personal se dan en Sevilla, Madrid, Barcelona, Canarias, Navarra, Burgos y Valencia, dadas las adquisiciones de Banca Cívica y Banco de Valencia.
Para los tres sindicatos «se puede conseguir el objetivo de optimizar el negocio en buenas condiciones de competitividad y rentabilidad, respetando los derechos laborales, sin necesidad de recurrir a medidas forzosas».
La posibilidad desencadenaría un conflicto laboral, aseguran.