La modernización mató al cheque
La tendencia muestra un desuso de los instrumentos de pago físicos en favor de la banca ‘on line’
La era moderna ha matado poco a poco al cheque. Este uso de pago, muy habitual en economías como la norteamericana o la anglosajona, cada vez pierde más adeptos en el mercado español en detrimento de otros medios de pago. Por cada cien euros que se desembolsan a través de las tarjetas de crédito, con cheques se pagan 0,6 euros.
Desde el estallido de la crisis la curva ha decrecido. En 2009 el número de operaciones –tanto presentaciones como devoluciones– fueron 76.814.672. Cayeron el 19,2% respecto a 2008. En el último año, se han registrado 60.117.181, el 8,24% menos respecto a un año antes.
Uso y desuso de los medios de pago
Pero no sólo cae el número de ingresos y devoluciones, también el importe va a la baja. Si en 2008 los movimientos sumaban 543 millones de euros, en 2012 la cifra caía a los 286 millones.
La comparativa de pequeños pagos muestra la poca importancia de estos documentos. En el último año, las operaciones con tarjetas suponen el 43% del total, seguidas de las domiciliaciones (40%), las transferencias (15%) y al último lugar quedan relegados los cheques (2%), según la sociedad española de sistemas de pago (Iberpay).
Pero si se analizan los datos en base al importe que representa cada medio de pago, las transferencias acumulan el 90% de los movimientos, seguidas de los adeudos domiciliados (5%), los cheques (3%) y las tarjetas (1%).
¿Crisis y desconfianza?
Pero, ¿cuál es el verdadero motivo por el que los cheques son casi invisibles en el mercado español? Fuentes de Iberpay apuntan que la desconfianza hacia este medio de pago como consecuencia de la crisis económica no lo explica todo. Más bien han sido los avances informáticos en la banca los que han acabado con este instrumento.
“El uso del cheque se ha ido reduciendo muchísimo. Es un instrumento que va a la baja, sobre todo en volumen de importancia”, sostiene el profesor de economía y finanzas del IESE, Javier Santomá. Pero este experto considera que se trata de una tendencia generalizada. “Pasa en España, pero también en la Unión Europea”.
Avances informáticos
Considera que el pago con cheques forma parte de una sociedad anticuada. Para él, ese es el punto clave para la explicación de la lenta muerta del cheque. “Tenemos una banca muy novedosa y muy receptiva a los cambios. Un sistema informático tan bueno que ha generado confianza”, sentencia.
La banca inglesa, por su parte, es mucho más tradicional y antigua en la práctica. Lo mismo que la norteamericana, donde el pago con cheques es más habitual de lo que ya se puede ver en España, incluso para transacciones de carácter menor.
Operaciones de grandes empresas
La domicialización en Estados Unidos no está tan arraigada como en el mercado nacional donde, en cambio, los cheques suelen ser una herramienta habitual de las grandes compañías. Por ello, ante la baja actividad laboral de agosto, se explica que en el último mes las operaciones hayan caído más del 40%.
¿Qué camino recorrerá este medio? Expertos consultados sostienen que seguirá vigente sobre todo entre empresas de gran tamaño, más habituadas a ellos. Pero que la tendencia a la baja agudizada en los últimos años por la crisis será una constante. Quedará para el recuerdo el pago en restaurantes o gasolineras a través de un simple papel con una cifra anotada.