La inversión extranjera en España se hunde a niveles de 2014

Los inversores extranjeros están haciendo suya la afirmación de que el dinero es miedoso y este año va camino, al menos, de ser el peor en captación de dinero desde 2014. Según DataInvex, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en los nueve primeros meses de 2019, la inversión bruta que recibió nuestra economía fue de 14.792 millones; la cifra más floja en cinco años y un 61% inferior a la que recibimos en el mismo periodo de 2018.

En un entorno económico global más negativo -por la guerra comercial y el brexit-, España, sin embargo, lleva meses señalada por el parón político, la repetición electoral, la crisis institucional en Cataluña y las negociaciones entre el PSOE y Unidas-Podemos, cuya alianza preocupa a los empresarios. 

Este mismo lunes, Financial Times recogía las dudas de las compañías españolas hacia el pacto de ambas formaciones. Dejando de lado una posible marcha atrás de parte de la reforma laboral, la alianza de ambos apunta hacia una subida de impuestos que se centraría en las rentas altas y en las empresas. Si ambos partidos toman como referencia la propuesta de Presupuestos para 2019, el objetivo sería elevar el tipo mínimo en Sociedades para las grandes empresas o poner en marcha tasas todavía inexistentes como la de transacciones financieras, o la específica para las grandes tecnológicas. 

El giro tras la moción de censura a Mariano Rajoy

El goteo a la baja de la inversión extranjera hacia España es continuado. El trimestre más activo en los últimos años fue el segundo de 2018; en el que se produjo la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy (véase gráfico). Aquellos tres meses entraron en España inversiones brutas por más de 20.000 millones, que cayeron a 10.600 millones en el tercer y cuarto trimestre.

Desde entonces, la entrada de dinero en nuestras fronteras ha sufrido un significativo revés. Según DataInvex, en el primer trimestre de 2019, la cifra de inversión ya retrocedió hasta los 6.850 millones; para irse a 4.150 y 3.800 millones, respectivamente, en el segundo y tercer trimestre de 2019. 

Este ritmo descendente podría provocar que España regresara a los niveles de entrada de capital internacional de 2013. Aunque hasta el tercer trimestre de este año la cifra de inversión extranjera supera a la registrada en el mismo periodo de 2014 -14.792 millones frente a 12.047 millones-, el cuarto trimestre de aquel ejercicio fue especialmente positivo y llegaron 8.600 millones a España, lo que permitió cerrar 2014 con una inyección de inversiones por encima de los 20.600 millones.

En consecuencia, si durante este trimestre las inversiones no mejoran (el contexto político la verdad es que no ayuda), y las tasas de inversión siguen cayendo, España podría registrar su nivel más bajo de inversión internacional desde 2013; uno de los ejercicios donde la crisis económica tuvo especial impacto, y cuando solo captamos 17.300 millones de los inversores internacionales.