La guerra en Ucrania ha afectado a más de 15.000 empresas españolas

Algunas empresas españolas como Seat, Acerinox o la acerera Roldan han tenido que negociar un ERTE con sus trabajadores por las consecuencias económicas de invasión rusa a Ucrania

Un operario trabaja en el nuevo laboratorio de baterías de Seat. EFE

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La invasión rusa a Ucrania ha provocado que diversas empresas hayan detenido toda su producción en Rusia o paralizado su importación al país, tras las sanciones impuestas al Kremlin por parte de la Unión Europea, Estados Unidos o Reino Unido.

En España más de 15.000 empresas que operan en Ucrania, Rusia y Bielorrusia, se han visto afectadas por la guerra en Ucrania, según ha afirmado el Club de Exportadores e Inversores Españoles en un seminario web en colaboración con Iberglobal.

«Las empresas españolas generaban un volumen de importaciones y exportaciones anuales con Rusia y Ucrania superior a los 10.000 millones de euros«, ha asegurado el presidente de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), Fernando Salazar.

No obstante, ha señalado que de momento las empresas españolas no están teniendo problemas para trabajar en otros territorios internacionales derivados del conflicto bélico en ningún otro país.

En relación a las medidas impuestas al Kremlin, José María Viñals, socio de comercio internacional y sanciones de la firma de abogados Squire Patton Boogs, ha advertido que las compañías españolas deberían aplicar políticas de ‘compliance’ y diligencias para evitar formar parte de la cadena de suministro de un producto final que se realice en alguno de los países sancionados. Para ello, ha sugerido establecer cláusulas contractuales que impidan a sus clientes realizar este tipo de acciones.

Destacan algo positivo: La interdependencia

Pese a las consecuencias económicas que haya podido generar el conflicto bélico en las empresas, destacan que también han surgido otras oportunidades para las empresas españolas y para los mercados internacionales.

En este sentido, Salazar ha señalado que la guerra ha servido para mostrar la gran «independencia» que son unos países de otros, lo que puede servir en un futuro para «acortar las cadenas de valor y diversificar más».

Algunas otras oportunidades tienen que ver con el impulso a las energías alternativas, que se deriva de la dependencia energética que, una vez más, se ha puesto de manifiesto con esta invasión o la diversificación del comercio exterior por parte de las empresas, que hará que las compañías nacionales no se centren en un único mercado.

Algunas se han acogido a un ERTE

En el sector automovilístico español, Seat comunicó a sus trabajadores, a mediados de marzo, un nuevo nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para cubrir los nuevos escenarios después de que la invasión de Ucrania y la huelga de transportistas en España (de momento parada) hayan complicado los suministros.

En el sector del acero, la acerera leonesa Roldán, también ha aprobado un ERTE que afectará a 400 trabajadores por la subida del precio de la energía y a la posibilidad de desabastecimiento de materia prima a causa de la guerra en Ucrania. La empresa Acerinox Europa también ha llegado a un acuerdo de ERTE con sus trabajadores de la Planta del Campo de Gibraltar. Y muchas empresas más.

Algunas empresas españolas han decidido permanecer en Rusia

Según un ranking de la estadounidense Universidad de Yale serían cuatro las compañías que no han tomado medidas ante la guerra de Ucrania y Rusia: Lladró, compañía valenciana que se dedica a las figuras y esculturas de porcelana, Borges, empresa catalana que centra su negocio en la comercialización de productos de alimentación mediterránea, Grupo Antolín, multinacional industrial que diseña y fabrica componentes y módulos para el interior del automóvil, y Fluidra, compañía de equipamiento y soluciones conectadas para piscinas y wellness que cotiza en el Íbex-35.

Además, según la Universidad de Yale, también ha tachado a otras empresas que no han anunciado públicamente que hayan cesado su actividad en el país dirigido por Vladimir Putin. Estas serían Acerinox, el Grupo Fuertes y Maxam.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que intervino el pasado martes en el Congreso de los Diputados, también señaló a las empresas españolas Porcelanosa y Maxam (entre otras) por mantener sus lazos con el Kremlin. Porcelanosa ha negado toda actividad comercial con Rusia desde que estalló la guerra en Ucrania. Por su parte, Marxam, no se ha pronunciado y ha guardado silencio.

Raquel Navarro Pérez

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