La Guardia Civil hace su agosto en la frontera con Andorra

Algunos superan el límite legal permitido de 10.000 euros por persona, al no tener en cuenta otras cantidades que llevan en la cartera o en el bolso

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Fuentes de la Guardia Civil de la Farga de Moles, el paso fronterizo entre España y Andorra, apuntan que el año pasado aumentó el número de actas por blanqueo de capitales, o sea, que interceptaron más infractores cuando intentaban introducir dinero negro, pero los importes que llevaban consigo eran inferiores.

Un portavoz de la Guardia Civil de Lleida precisa que todavía no disponen de los datos del balance anual, que presentarán durante este primer trimestre, pero confirma que en 2015 se abrieron más actas y se cazaron más infractores aunque, de media, las cantidades que llevaban son inferiores a las de otros años.

El límite legal que se permite entrar en España es de 10.000 euros. Cuando se detectan importes superiores, los agentes abren un acta de infracción, decomisan el dinero y tan solo permiten que el supuesto infractor se vaya con 1.000 euros, que se considera que es la ‘cantidad mínima de supervivencia’.

Las sanciones pueden alcanzar el 200%

El resto del dinero queda a disposición de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias del Banco de España. Las sanciones pueden alcanzar el 200% de los importes decomisados.

Desde 2010, cuando Andorra desapareció de la lista de paraísos fiscales y firmó tratados de intercambio de información tributaria, el flujo de dinero negro cambió el sentido de circulación: ya no entraba en el pequeño principado pirenaico, sino que salía.

Las fuentes de la Guardia Civil consultadas evitan valorar si el aumento de actas de infracción por entrar en España con más dinero del permitido tiene relación con la crisis bancaria andorrana, agravada con la intervención el año pasado de Banca Privada de Andorra (BPA).

Cuando se hace ‘un Pigem’

Algunos de los supuestos infractores lo son por descuido porque superan por poco los 10.000 euros permitidos. Portan esta cantidad en un sobre, que saben que entra dentro de los límites legales, pero no tienen en cuenta la que llevan en la cartera. Es lo que en la jerga bancaria se conoce por ‘hacer un Pigem’, en referencia a la convergente Mercè Pigem, que en noviembre de 2014 dimitió como vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuando trascendió que había pasado la frontera con Andorra con 9.500 euros.

En realidad, Mercè Pigem no infringió la normativa de blanqueo, por llevar menos de 10.000 euros, pero su hermana portaba 10.360 euros, tal como atestiguaba el acta de la Guardia Civil. El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, que también lo es del Tribunal Supremo, exigió la dimisión de Pigem por considerar que su comportamiento no se adecuaba al de un miembro de la cúpula judicial.

En el aumento de las aprensiones de dinero en el puesto fronterizo de la Farga de Moles tienen mucho que ver la actuación de la unidad canina, los perros adiestrados para detectar billetes. La unidad se implantó hace cuatro años. Un agente recuerda, no en vano, que «el dinero huele».

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