La Generalitat sufre para levantar dinero fresco
La mitad de los bonos patrióticos colocados son renovaciones de anteriores suscripciones. La banca agotará el plazo para vender la emisión, que avanza lentamente
La Generalitat se está mostrando poco capaz para atraer a nuevos inversores hacia sus emisiones de deuda. La cuarta colocación de bonos patrióticos se está superando sin euforia gracias a la renovación de los antiguos suscriptores, que siguen confiando sus ahorros al Gobierno catalán a cambio de elevados rendimientos. De este modo, sólo la mitad de los 1.050 millones en títulos corresponden a nuevo capital.
Se trata del porcentaje más elevado en esta experiencia de financiación y la banca, previendo esta posibilidad, centra sus esfuerzos comerciales en convencer a los clientes que ya conocen los bonos para lograr vender el capital asegurado. Las 15 entidades participantes han garantizado a la Generalitat el 90% de los 2.000 millones (ampliables a 2.150 millones) que necesita el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, para oxigenar las cuentas públicas de la Generalitat.
Aunque no hay dudas de que esa cantidad se cubrirá, por primera vez se agotará el plazo completo para la emisión. El próximo 24 de abril es el último día para suscribir los títulos de deuda catalana. Por el momento, 650 millones se han vinculado a bonos a un año (4,5% de interés) mientras que 400 millones corresponden al vencimiento en 24 meses (5% de rendimiento).