La fusión de las patronales catalanas en punto muerto
La unión de las patronales Foment del Treball y Pimec se halla en vía muerta. Después de varias horas de agitado debate, las principales organizaciones territoriales que forman parte de Fepime consideraron que “se ha de continuar hablando” de la fusión, sin fijar una fecha para concluir el proceso, según han manifestado diversas personas que estuvieron en en el encuentro.
Lo que se anunció a mediados de julio como un proceso con sus principales elementos resueltos se ha convertido en una suerte de callejón sin salida. Por una parte los principales responsables de las organizaciones patronales territoriales de Foment no ven nada claro el proceso que, al parecer, pactaron los miembros de la cúpula de su organización y de Pimec. Por otra, Pimec no quiere moverse de lo acordado.
Existen organizaciones como CEPTA que directamente han decidido quedarse al margen de la unión, y otras, que por el momento no quieren exteriorizar su postura, se mantienen también reticentes a realizarla en las condiciones actuales.
Desde la dirección de Foment y también de Fepime, la organización que preside Eusebi Cima, se quiere quitar hierro al asunto y buscar salidas que permitan salvar el espíritu del acuerdo atendiendo al máximo las reclamaciones de las entidades locales.
Después de diversas reuniones infructuosas con el objetivo de apaciguar los ánimos, las entidades que forman parte de Foment han acordado que el próximo lunes, 26 de octubre debatirán la cuestión en una reunión monográfica del comité ejecutivo de la organización empresarial que preside Joan Rosell, molesto con el bloqueo que sufre la situación y la falta de resultados efectivos de esta fusión que es considerada en diversos medios como una unión lenta, una slow fusion.
A la imagen de unión no ayudan casos concretos, como el hecho que Pimec firmase el acuerdo nacional de infraestructuras patrocinado por la Generalitat, mientras que Foment se quedaba al margen del pacto.
Por otra parte, la situación creada por la intervención de l’Agrupació Mútua, que presidía Josep González, a su vez presidente de Pimec, ha suscitado también críticas de las territoriales de Foment que temen verse perjudicadas por el revuelo organizado en dicha aseguradora.