La diversificación ganará a la rotación en las carteras de 2021
Los expertos apuestan por integrar los valores ganadores y perdedores de este ejercicio en las carteras
La gran rotación de valores provocada por las buenas noticias de la eficacia de las vacunas plantea serias dudas a los inversores de cara a la construcción de la cartera para 2021.
La clave está en si hay que conservar esta rotación y seguir apostando por los valores más castigados durante la pandemia o si, por el contrario, hay que mantener la confianza en las compañías tecnológicas y de salud, a pesar de todo lo que han corrido.
Raquel Blázquez, jefa de gestión de inversiones de banca privada de Ibercaja, matiza lo sucedido durante la violenta rotación de las últimas semanas. “Es necesario diferenciar, porque todo lo cíclico ha subido. Por ello, aconsejaría fijarse en las compañías que presentan una cierta sostenibilidad en el tiempo. Nuestras preferencias están en industriales y automóviles”.
“Para ocio y restauración es posible que todavía sea pronto y bancos y aseguradoras están necesitados de subidas de tipos”, añadió.
Grandes diferencias entre ganadores y perdedores
Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal de JP Morgan AM, recuerda que las diferencias entre ganadores y perdedores de esta crisis han sido enormes, pero eso no significa que a partir de ahora las tecnológicas lo hagan mal y haya que prescindir de ellas en cartera.
“Nuestro enfoque en estos momentos es ‘core’, sin demasiada exposición al crecimiento y reduciendo las infraponderaciones al valor. El sector tecnológico lo seguirá haciendo bien y hay otros sectores que deben recortar esas diferencias”.
Javier Villegas, director general de Franklin Templeton España, explica que su gestora ha hecho un estudio sobre el comportamiento de una cartera que hubiese invertido en los valores perdedores durante los últimos 30 años.
El resultado fue una rentabilidad media del 6%. Si la estrategia hubiese sido apostar por los ganadores, el retorno sería algo inferior, del 5%. Pero si la inversión se hubiese concentrado en ambos activos, la rentabilidad sería del 8%, la más efectiva.
“La clave no está tanto en la rotación, sino en la diversificación. La estrategia ‘core’ es la que mejor funciona”, sentencia Villegas.
Ciclo ‘Estrategias de inversión en la recta final del año’
Estos tres expertos participaron el ciclo ‘Estrategia de inversión en la recta final del año”, organizado por la revista INVERSIÓN, que en su segunda sesión abordó las claves para construir una cartera para 2021.
Todos coincidieron en que, para el próximo ejercicio, las carteras tienen que estar diversificadas, tanto por activos como por regiones, hay que apostar por una gestión activa y seguir los consejos de los asesores.
Lucía Gutiérrez-Mellado comentó que lo primero que hicieron en su gestora cuando se reabrieron las economías fue volver a invertir en activos de riesgo, volver a incorporar renta variable en cartera. “En ese momento el único mercado que nos parecía atractivo y donde estábamos concentrados era el estadounidense. Pero ahora apostamos también por los países emergentes y por Europa”.
El papel de la renta fija
Villegas dijo que tiene todo el sentido dar prioridad a los activos de riesgo para intentar obtener más rentabilidad, pero ve necesario destinar una parte de la cartera a renta fija, “aunque ahora no esté dando mucho, pero nos protege de la volatilidad”.
También añadiría productos alternativos, “como una fuente de rentabilidad distinta, que ofrece buenas oportunidades”.
Blázquez insistió igualmente en la diversificación, con porcentajes en la cartera de renta variable y renta fija acorde con el perfil del cliente. Y añadió que ven valor en tres temáticas: transición digital, cambios demográficos y transición ecológica y medioambiental.
El atractivo de los emergentes
La jefa de jefa de gestión de inversiones de banca privada de Ibercaja también es partidaria de un sesgo hacia los mercados emergentes, con predilección por China, “que será el único país que tenga crecimiento económico este año”.
El gigante asiático también convence al resto de analistas. Según explicó la directora de estrategia de JP Morgan AM, «el único sitio en el que vemos una recuperación en ‘V’ es China».
El director general de Franklin Templeton recordó que los activos emergentes siempre deben formar parte de una cartera y ahora con más razón, por el cambio que han experimentado en los últimos años y por la victoria electoral de Biden, que normalizará las relaciones internacionales. “Se han convertido en uno de los mercados de deuda más potentes. El consumo propio y el desarrollo tecnológico son fuentes de su crecimiento”.
La incógnita de la bolsa española
Para el ejercicio 2021 una de las grandes incógnitas es la evolución de la bolsa española, una de las más castigadas este año. Blázquez reconoció que “no es nuestro foco”, por las cifras macroeconómicas, que anticipan una recuperación muy lenta y no alcanzarán niveles prepandemia hasta 2022-2023, pero admitió que «contamos con compañías de calidad y liderazgo a nivel internacional, como Amadeus o IAG, hacia las que si se puede dar un flujo de inversiones».
«España tiene un peso pequeño a nivel global, no sería un activo importante dentro de una cartera, pero se puede añadir, ya que puede ser uno de los más beneficiados de los fondos de ayuda europeos», explicó Javier Villegas. En este sentido, el impacto de los fondos Next Generation será clave en la recuperación económica.
«La recuperación costará más que a otros países. Pero somos optimistas, cuando se frene la oleada de rebrotes, se recuperará», apuntó Lucía Gutiérrez-Mellado.
El valor de la regla 60/40
La conocida regla del 60/40 -60% de una cartera para renta variable y el 40% restante para renta fija- seguiría teniendo validez en el próximo contexto de 2021. Una regla, no obstante, sujeta a las necesidades de cada inversor.
«Cada cartera es de cada uno. Seguramente una persona joven pueda asumir más riesgos y tendría sentido contar con un porcentaje mayor de renta variable. Y para una persona mayor lo lógico sería incorporar más renta fija», explicó Villegas.
Blázquez, por su parte, también coincide. «La esencia de la regla es la diversificación. Con los porcentajes que sea en función de la edad u objetivos del inversor, y el rebalanceo periódico, en función de cómo evolucionen los mercados. Te da disciplina», señaló.
«Estamos en la misma línea, tratamos de convencerles de que, dependiendo del riesgo de cada cliente, tengan diversificación de activos», concluyó Lucía Gutiérrez-Mellado.