La crisis se hace más profunda con Rajoy
La economía se contrae el 1% en un año y acelera la caída durante el segundo trimestre
Los primeros seis meses de Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo se saldan con la acelaración de la caída de la economía española.
En los últimos tres meses, la crisis se ha hecho más profunda a pesar de las medidas económicas impulsadas desde enero y al Ejecutivo parace terminársele la munición reformista. El oxígeno para Rajoy y para el país empieza a agotarse.
Concretamente, el PIB se contrajo el 0,4% en tasa intertrimestral en el segundo trimestre del año y un 1% en tasa interanual, según estima el Banco de España en su boletín económico de julio y agosto.
Los datos del regulador monetario confirman la dureza de la segunda recesión de la economía del país en menos de tres años.
El organismo subraya que la actividad económica española mostró un «ritmo más intenso» de desaceleración en el segundo trimestre de este año en comparación con los dos trimestres anteriores, cuando el PIB cayó un 0,3% en ambos casos.
El Banco de España explica que esta mayor contracción de la economía en el segundo trimestre fue consecuencia de un retroceso de la demanda nacional «más acentuado» (-1,2%) debido a que el gasto de las familias y la demanda de las administraciones públicas aceleró su contracción.
Exterior
La demanda exterior neta amortiguó en parte el impacto negativo de la caída de la demanda nacional, según la institución que gobierna Luis María Linde, ya que realizó una aportación positiva al PIB de ocho décimas, «más alta que la del trimestre precedente», gracias a la «moderada recuperación» de las exportaciones.
El Banco de España estima que el empleo retrocedió en el segundo trimestre a un ritmo anual del 4,6%, con la productividad creciendo a tasas elevadas ( 3,8%).
Más presión
Este clima macroeconómico tiene su reflejo en el ámbito de los mercados, donde el Gobierno tampoco ha sido capaz de atajar la desconfianza de los inversores a pesar de las medidas de ajuste aprobadas la semana pasada en el Congreso.
La prima de riesgo toca niveles desconocidos hasta ahora, por encima de los 640 puntos, y la diplomacia española se muestra inválida para lograr el apoyo de los socios internacionales. Sólo el consenso europeo lograría que el Banco Central Europeo compre deuda soberana española y, de este modo, reducir la presión hacia España.