La crisis deja en paro a 1,2 millones de trabajadores del turismo
El Banco de España calcula que entre desempleados y en ERTE, el turismo tiene 1,2 millones de empleados menos que hace un año
A finales de junio, el turismo español contaba con 1,2 millones de trabajadores menos que en la misma fecha del año anterior. Un dato que se obtiene al sumar los afectados por los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) y la menor afiliación registrada. Concretamente, el sector cuenta con un 56,1% menos de trabajadores que cuando se inició el verano pasado.
Este recorte viene derivado de la caída de la actividad, que al final de año se prevé del 60%, no solo en España sino también a nivel mundial. Por otro lado, recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia no se espera antes del segundo semestre de 2021, según el Banco de España. Y mientras no se disponga de una vacuna o un tratamiento suficientemente eficaz a gran escala, es previsible que la incertidumbre por la posibilidad de rebrotes siga hundiendo el sector.
Según los datos recientes de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, los 1,2 millones de trabajadores perdidos se reparten entre varias ramas de la industria turística: 840.000 afectados todavía por los ERTE (un 46% de los 1.830.664 existentes) y 350.000 de la afiliación perdida respecto a junio del ejercicio anterior. Entre mayo y junio el sector ha recuperado 236.000 trabajadores que estaban con su trabajo suspendido.
Es un sector que anteriormente era el salvavidas de la economía y que ahora se ha convertido en una rémora. Mientras que la economía en general ha bajado de manera interanual un 10,3%, el empleo en el turismo lo ha hecho un 56,1%. A raíz de esta situación, el sector pide efusivamente que se alarguen los expedientes hasta final de año, además de demandar otras ayudas al Gobierno.
En los negocios relacionados con el ocio, la restauración, el alojamiento y los viajes —entre otros— es donde se profundizan las pérdidas, pese a entrar en los meses de mayor actividad en un año normal. Son ramas que aún están sometidas a importantes restricciones de aforo y deben adoptar distintas medidas de seguridad e higiene que condicionan el desempeño normal de su actividad.
Los ERTE, un refugio temporal
La preocupación ahora es la cifra de pérdidas de empleo que se registrarán cuando empiece la recuperación. “Es muy difícil saberlo porque no se conoce todavía cómo va a evolucionar la pandemia ni qué mercados emisores de turistas se abrirán. Se apunta a la pérdida de un tercio, pero hay mucha incertidumbre”, reconoce Juan Ignacio Pulido, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén a El País.
Lo que parece evidente es que ,de los más de 800.000 ERTE que siguen en vigor, no se podrán recuperar en su totalidad. Sobre todo, porque hay muchos negocios que no volverán a subir la persiana. “Están siendo un refugio significativo, aunque muchos de los afectados acabarán engrosando los números del paro”, zanja Pulido.