La CNMV permite de nuevo las inversiones especulativas en la Bolsa
Los expertos consideran que su prohibición ofrecÃa una imagen de debilidad para España
El inversor clásico, aquel que esperaba que la acción de la empresa elegida subiera con el tiempo, es exactamente eso, un clásico. Los inversores más atrevidos buscaron otras fórmulas, como las posiciones “en corto”, que permiten pedir a préstamo un título financiero para su posterior venta, compra y devolución al primer prestamista. Es decir, quien utiliza una posición en corto lo que hace, en realidad, es apostar por el desplome del valor del título financiero elegido. Se apuesta a la pérdida de valor, todo lo contrario de una apuesta por la apreciación del valor, lo que realizaba y realiza –todavía quedan– los accionistas clásicos.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha considerado que España puede volver a lo que se entiende como normalidad. Y ha levantado la prohibición que se mantenía sobre las posiciones cortas, que estaba vigente desde el pasado mes de julio y se había prorrogado en noviembre. A pesar de que desde muchos ámbitos se había cuestionado permitir de nuevo esas inversiones especulativas, la CNMV cree que ya no serán un peligro para la estabilidad financiera de España. “Ya han remitido los hechos y circunstancias que justificaron su prórroga el pasado 1 de noviembre”, asegura el organismo regulador.
Necesidad de liquidez
Los que defienden las posiciones a corto aseguran que el mercado las necesitan, porque aportan una gran liquidez. El propio presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, ha pedido en varias ocasiones que se levantara la prohibición, una vez que la banca nacionalizada ya ha recibido los fondos de las ayudas europeas. Según Zoido, muchas entidades habían reducido la actividad en el mercado de la Bolsa por esa prohibición.
Soledad Pellón, estratega de mercados de IG, considera que mantener esa prohibición de las posiciones cortas “supondría dar una imagen de debilidad que perjudicaría internacionalmente”. Hasta este mismo jueves, la Bolsa española era la única, junto con la griega, que mantenía esa prohibición. Según Pellón, los datos que ya se conocen son una evidencia de que mantener por más tiempo esa medida hubiera sido contraproducente. Y es que el volumen negociado el año pasado se vio reducido en un 24%, con respecto a 2011. “Esto prueba que el veto a las posiciones cortas reducen la liquidez del mercado haciéndolo por tanto más ineficiente y más manipulable”, asegura la analista de IG.
Corrección de la realidad
Ligado a esa posible decisión, que el mercado comenzaba a vislumbrar, la Bolsa registró este jueves una pérdida del 2,45%. Y la rentabilidad del bono de la deuda española a diez años ha vuelto a repuntar, y está ahora en el 5,182%. La prima de riesgo, que compara el bono español a diez años con el alemán, roza los 350 puntos. Todo eso anticipa, según Pellón, “un cambio de sentimiento en el mercado”, que se ha visto agudizado por los malos resultados del Banco Santander y que han provocado caídas en todo el sector bancario español.
La estratega de IG considera que este movimiento pudiera ser una correción “debido a la sobrecompra acumulada” y al “miedo” a que, efectivamente, el levantamiento de la prohibición de las posiciones cortas agudice la corrección natural del Ibex. Es decir, que la situación se adapte a la realidad, que no se podía fijar por esa prohibición. Y, con la caída en el sector bancario, se podría producir también una caída en el sector de la construcción.