La cepa británica del coronavirus da la puntilla al turismo español
Hace alrededor de un mes, el archipiélago canario soñó con tener unas Navidades plagadas de turistas británicos en sus islas. A finales de octubre el Reino Unido había incluido a la región en su listado de corredores seguros y el Ejecutivo autonómico ya negociaban con turoperadores operativas especiales para la temporada de invierno.
La esperanza cayó como un castillo de naipes: hace dos semanas Downing Street retiró la distinción al territorio y este lunes se cancelaron los vuelos entre ambos países por la nueva cepa del coronavirus.
Tras varias horas de tira y afloja, el Gobierno español oficializó la suspensión de las conexiones aéreas con el Reino Unido en una decisión concertada con Portugal. La medida se toma siguiendo el ejemplo de Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Austria y Alemania, que ya vetaron los despegues y aterrizajes con destino al país que preside Boris Johnson.
El movimiento busca frenar la propagación de la nueva variante de la Covid-19, detectada en el archipiélago británico. Supondrá también el adiós a las aspiraciones de las autoridades turística de Canarias, el único territorio en el que se podía producir una llegada más o menos importante de viajeros.
Según los datos de Aena, dos de cada siete turistas británicos que llegaron a España entre enero y octubre aterrizaron en Canarias. Con 7,7 millones de viajeros acumulados, la ratio se estimaba superior en las próximas semanas debido a que el resto de destinos turísticos del país no estaban en temporada alta.
El Gobierno canario llegó a soñar con 18.000 vuelos y dos millones de turistas en diciembre
De los 13,1 millones de turistas internacionales que visitaron el territorio el año pasado, 4,87 procedían del Reino Unido. El otro gran emisor fue Alemania, con 2,51 millones de personas.
En conversaciones con operadores como Jet2 y TUI, el Ejecutivo canario llegó a augurar que dos millones de viajeros irían al archipiélago solo en el mes de diciembre. La perspectiva era cerrar el mes con el 50% de la operación de 2019, lo que hubiese implicado gestionar 18.000 vuelos.
Las previsiones se comenzaron a torcer hace semanas. El 10 de diciembre, Reino Unido anunció que retiraba a Canarias de la lista de corredores seguros, lo que a la práctica implicaba que los viajeros procedentes de las islas estaban obligados a guardar una cuarentena en su retorno al país.
El ministro de Transportes, Grant Shapps, justificó la medida con el repunte de contagios en la comunidad autónoma. “Los datos indican que los casos semanales y las pruebas positivas están aumentando en las islas Canarias y por eso las retiramos de la lista de corredores seguros, para reducir el riesgo de importar el Covid-19”, señaló en Twitter.
La nueva cepa del virus ya está en Gibraltar
A pesar de que el ministro de Sanidad español, Salvador Illa, aseguró no tener constancia de que la mutación del virus hubiese llegado a España, al menos sí está confirmada su presencia en territorios fronterizos. La portavoz del Gobierno de Boris Johnson anunció que se han registrado casos del nuevo coronavirus en Gibraltar.
La cepa, un 70% más contagiosa que las otras que circulan por el Viejo Continente, también ha sido detectada en Dinamarca y Bélgica.