La carrera al alza del SMI en la era Sánchez causa una pérdida de más de 200.000 empleos en España
Unos 71.600 corresponderían a pérdida de empleos y 145.900 a puestos de trabajo que se habrían dejado de crear por el aumento de costes laborales de las empresas
Un estudio de Cepyme estima que las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) efectuadas desde 2018 han provocado la desaparición de 217.500 puestos de trabajo, de los cuales, 71.600 corresponderían a pérdida de empleos y 145.900 a puestos de trabajo que se habrían dejado de crear por el aumento de costes laborales de las empresas.
El SMI ha pasado de los 735,9 euros mensuales en 2018, año en el que Pedro Sánchez llegó al Gobierno de España, a los 1.000 euros mensuales actuales, es decir, un incremento del 35,9% en cinco años. Algo que, según la patronal de la pequeña y la mediana empresa, ha conllevado que las bases mínimas de cotización se eleven casi un 40%.
Actualmente, el SMI se sitúa en torno al 56% del salario medio, pero el objetivo del Gobierno es elevarlo al 60% en 2023, según recomienda la Carta Social Europea. Cepyme considera que esto perjudicará al tejido empresarial, «especialmente en un contexto en el que los costes de las empresas llevan subiendo varios trimestres consecutivos por encima del 20%, mientras que las ventas se desaceleran» y supondrá que la subida de las bases mínimas de cotización alcance el 46%.
La pérdida de empleo afecta más a ocupaciones elementales
El estudio defiende que los «incrementos no moderados del SMI» inciden especialmente en las áreas que requieren menor cualificación, estos son, las denominadas ocupaciones elementales, que engloban tareas sencillas, rutinarias y que requieren habitualmente esfuerzo físico en sectores como la agricultura, la industria manufacturera, la construcción, la limpieza y la asistencia doméstica, entre otras.
En concreto, los ocupados en estas tareas han descendido de 2.546.800 personas en el cuarto trimestre de 2018 a los 2.475.200 en el segundo trimestre de 2022. Esto supone un descenso del 2,8%, frente a la tasa registrada entre 2013 y 2018, que se situaba en el 13,4%. En este mismo periodo, el resto de empleos ha aumentado el número de ocupados en un 5,7%, de los 17.017.800 del último trimestre de 2018 a los 17.992.800 del segundo de 2022. De hecho, debido a este aumento de la ocupación y a la reducción del desempleo, la tasa de paro se encuentra en mínimos desde 2008, en el 12,67%.
Cepyme recuerda que el incremento del SMI es competencia del Gobierno, previa consulta con los agentes sociales, pero que, como enuncia el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, deberán tenerse en cuenta varios factores aparte de la evolución del IPC, como la evolución de la situación económica y del empleo y la productividad. En este punto, Cepyme destaca que la productividad de las pequeñas y medianas empresas se ha reducido considerablemente desde 2017, según datos de su indicador, de 2017 a 2021 «la pyme registró un descenso acumulado de productividad del 7,5%«.