La Caixa cierra en tres meses casi todas las oficinas previstas para este año
Caixa de Pensions ha proseguido durante 2010 el proceso de reducción del número de sus oficinas. En los tres primeros meses de este ejercicio, según los datos de la entidad, se han cerrado casi un centenar de sucursales, concretamente 97, una cifra muy cercana a la que los directivos de la caja habían previsto para el conjunto del ejercicio. Pero es que el año pasado, el grupo que preside Isidre Fainé ya cerró 204 oficinas. En aquel momento la previsión era no clausurar más de 150.
A pesar de los cierres, fuentes de la entidad han manifestado que no se han producido recortes en el personal y se ha procedido a agrupar en las sucursales que restan en servicio al personal de las oficinas clausuradas.
Fuentes de la primera entidad de ahorros catalana han quitado importancia al ritmo de cierre y han vinculado los movimientos a “evitar redundancias entre sucursales que a veces distaban menos de 100 metros entre unas y otras”. También han relativizado la aceleración experimentada este año. “se dice que se ha sobrepasado lo anunciado y lo cierto es que la cifra de un centenar de oficinas cerradas durante 2010 no figura en ningún documento de la entidad, simplemente fue una respuesta verbal que si hizo a una pregunta durante la rueda de prensa de presentación de resultados”, han manifestado.
Evitar duplicidades
En la Caixa tampoco explican en qué lugares se ha concentrado el recorte de oficinas. Lógicamente el mayor número corresponde a Catalunya que es donde existe una concentración más importante de establecimientos públicos de la entidad.
Lo que desmienten taxativamente en la Caixa es que haya un objetivo de recorte de gastos vinculado al cierre de las oficinas. Sea como fuere, a nadie se le escapa que tras esta política hay una voluntad de ahorro evidente. Las oficinas que se han cerrado que estaban alquiladas suponen un recorte de los gastos de la entidad. Además, las sucursales en propiedad se han intentado comercializar en algunos casos a través de agencias especializadas y en otros a través de servihabitat.
En Madrid, una zona de expansión preferente de la caja catalana, el año pasado el grupo cerró 25 oficinas, desde las 775 hasta las 749. Este proceso se ha intensificado este año.
De forma alternativa, la Caixa ha ido transformando algunas de las instalaciones que antes tenia abiertas al conjunto del público en oficinas especializadas en dar servicio a empresas. En este sentido, en algunas ocasiones y en alguna zona incluso se ha incrementado la representación.
Hasta marzo de este año, la política de contención de costes del grupo le ha permitido reducir un 3% los gastos explotación, mientras que la capacidad comercial de la red ha situado el ratio de eficiencia , es decir, el dinero que cuesta ingresar 100 euros en el 42,8%, o lo que es igual, ingresar 100 euros cuesta 42, menos que la media del sector.