La banca se juega el año el 3 marzo con el IRPH
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea convoca a las partes a primera hora de la mañana de ese martes para leer la sentencia
La banca española verá el próximo 3 de marzo luz o oscuridad al final del túnel en su larga espera para saber cuál es el posicionamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el índice IRPH. Las partes han sido citadas para esa jornada, a las 9 de la mañana, para la lectura de la sentencia sobre el indicador, con el que, previsiblemente, se cerrará un capítulo en la litigiosidad contra el sector, que ha ido en aumento en los últimos años.
La sentencia se producirá después de que el abogado general de la Unión Europea, en un primer posicionamiento, valorara que los tribunales españoles están capacitados para dictaminar si el proceso de venta del IRPH se ha realizado correctamente, o no. Esta primera aproximación, que no es vinculante, sin embargo abre la puerta a que se pueda denunciar la venta de hipotecas referenciadas a este índice, en el caso de que su comercialización no se hubiera realizado de forma correcta.
Al igual que los bancos, los consumidores están esperando desde hace mucho tiempo el posicionamiento de Europa. Tras varias denuncias, el Tribunal de primera instancia de Barcelona elevó Europa una cuestión prejudicial sobre el IRPH. Las sentencias en todos los juzgados españoles se han paralizado a la espera de lo que diga Europa.
Asufin (Asociación de Usuarios financieros) lleva meses recomendando a los hipotecados en este indicador que se esperen a la decisión del TJUE antes de adoptar cualquier decisión. Dado que en la mayoría de los casos los indicadores sustitutivos del IRPH cajas o bancos, ahora desaparecidos, cotizan por encima del euríbor o se han cambiado por un tipo fijo algunos clientes que no han querido renegociar las condiciones con la banca para no perder la posibilidad de reclamar, está abonando intereses superiores a los de otros hipotecados a tipo variable.
Para los bancos, también es clave poner negro sobre blanco sobre este asunto, que podría condicionar sus resultados a lo largo de los próximos ejercicios si la decisión del TJUE fuera negativa. Aunque el pronunciamiento del abogado general les ha dado cierta tranquilidad, ya que no duda de la transparencia del indicador en sí, preservando la validez de los contratos, existe el riesgo de que se vean obligados a realizar provisiones legales contra sus resultados, para afrontar las posibles reclamaciones.
Un impacto asumible si sigue la línea del abogado general
JPMorgan señalaba tras la primera valoración del abogado general que el coste para el sector de este nuevo conflicto podría ser de unos 3.100 millones (19% de los beneficios previstos para 2020), que se digerirían en varios años, vía provisiones. Es una cifra que parece asumible para el sector y que entiende que la litigiosidad se moderaría al tener que reclamarse caso a caso de forma individual.
Esta cifra, además, está muy alejada de los cálculos más dañinos que en su momento publicó Goldman Sachs y que incluso hablaban de un impacto de hasta 40.000 millones superior; eso sí, en el peor de los caos (asumiendo la anulación del indicador y la devolución de todos los intereses cobrados y que salieran adelante todas las reclamaciones).
Al cierre del primer semestre, la banca del IBEX contaba con una cartera viva de préstamos ligados al IRPH por unos 16.000 millones, que, en principio, no se habría reducido de manera importante. La mayoría de grandes bancos –Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia-, cuentan con hipotecas referenciadas al IRPH.
Bankia, por ejemplo, esperará al TJUE antes de tomar ninguna decisión sobre su dividendo extraordinario.
El contexto político, no obstante, puede crear alguna incertidumbre adicional. Unidas Podemos ha apoyado a los afectados en numerosas ocasiones. La actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha llegado a manifestar a favor de los afectados.