La banca no consigue frenar los costes
Los seis bancos del IBEX tienen menos empleados y oficinas que antes de que los tipos de interés bajaran al 0%, pero son “más grandes”
Tres años y medio después de que el Banco Central Europeo bajara el precio del dinero al 0% (marzo de 2016), los bancos españoles siguen luchando por controlar sus costes de explotación, sabedores de que la cuenta de resultados de éste y al menos de los dos próximos años van a depender de su reducción.
Los primeros renglones de la cuenta de resultados (margen de intereses, comisiones y resultados por operaciones financieras) no dan para más. Los beneficios futuros van a depender de las cantidades que tengan que restar del margen bruto. Y las primeras son los gastos de personal y de administración. Después vienen las provisiones (cada vez menos lesivas) y los impuestos.
Los bancos ganan más que en 2015, antes de que el BCE decidiera regalar el dinero. Mucho más: 16.676 millones en 2018, frente a 11.546 millones en 2015. Ingresan más, pero sólo un poco más (+4,14%). Son más grandes por activo, producto de las compras de otras entidades realizadas antes (en la mayoría de los casos) y después (en los menos) de la reforma realizada por Luis de Guindos. Pero tienen menos empleados y mantienen abiertas menos oficinas.
Quizás, por algunas de estas razones, los costes de explotación siguen sin estar suficientemente controlados. En concreto, entre 2015, el último año completo con tipos de interés positivos, y 2018, han crecido en 2.257 millones de euros (un 5,27%) en los seis bancos que hoy cotizan en el IBEX. Han pasado de 42.831 millones a 45.088 millones.
BBVA, el único banco que pierde valor
Entre los seis grandes bancos españoles manejaban a 30 de junio pasado un activo de 3,133 billones de euros, un 7,71% más que a finales de 2015. BBVA es el único que tiene un activo inferior al de hace cuatro años y Bankia mantiene casi los mismos números. En términos relativos, el mayor crecimiento corresponde a Bankinter, con un 41,1%. En términos absolutos, el líder indiscutible es el Santander, con 1,512 billones de euros, casi la mitad del total y más del doble que su inmediato perseguidor, BBVA, con 687.626 millones.
Banco Santander incorporó a su perímetro de consolidación en este periodo a Banco Popular, en junio de 2017. Las compras de BBVA son anteriores: Unnim, en 2012, y Catalunya Banc, en 2014. Caixabank se hizo con Banca Cívica y Banco de Valencia en 2012; con Barclays, en 2015, y con BPI (Banco Portugués do Investimento) entre 2017 y 2018. Bankia absorbió en diciembre de 2017 a BMN (los dos tenían como principal accionista al Estado).
Banc Sabadell ha sido el más activo en comprar en los últimos quince años, aunque en el periodo analizado (2015-2018) sólo ha incorporado a TSB. Antes, había adquirido a Natwest, Herrero, Atlántico, Urquijo, CAM y Banco Gallego. Bankinter, el sexto actor por tamaño, sumó en 2018 el negocio bancario de EVO y, antes, en 2016, el de Barclays en Portugal. Muchos de estos movimientos explican las razones de que los costes de explotación no hayan disminuido. Al menos por el momento.
Caixabank y el Santander lideran los recortes
En el presente ejercicio, las cosas no apuntan hacia una solución definitiva del problema. Banco Santander se ha apuntado en los resultados del primer semestre un coste adicional de 600 millones de euros por el ERE presentado en España, que afectará a más de 3.200 trabajadores. Es el precio de la integración de Banco Popular en junio de 2017. Algo parecido ha sucedido en Caixabank, la tercera entidad financiera española más grande, que acordó con los representantes sindicales la salida de 2.023 trabajadores, que le ha costado un apunte contable de 978 millones de euros en la cuenta de resultados.
La entidad que preside Ana Patricia Botín presentó hasta junio un beneficio de 3.231 millones de euros, un 13,9% menos que en la primera mitad de 2018. El banco presidido por Jordi Gual dejó su beneficio en 622 millones de euros, 52,1% inferior al alcanzado entre enero y junio del pasado año.
Los costes de explotación de Santander se mantienen prácticamente invariados desde 2017, en el entorno de los 23.000 millones de euros. En la primera mitad de 2019 han aumentado un 0,9% en comparación interanual. Caixabank tiene su techo en 2018, con 4.634 millones, pero este año lleva camino de superarlo ampliamente. En los seis primeros meses acumula un incremento del 4,5% por las razones anteriormente mencionadas.
El Santander presentó un ERE para 3.200 empleados, por 2.023 de Caixabank
El grupo Banc Sabadell se encuentra en parecidas circunstancias. Desde 2015, cuando se hizo con TSB (lo que hoy es su filial en Reino Unido), los costes no paran de aumentar. En 2018 llegaron a 3.273 millones de euros y en la primera mitad de este año, a 1.567 millones, lo que anticipa un ligero descenso para el conjunto del año.
BBVA marcó su cifra récord de gastos de explotación en 2016, con 12.791 millones de euros. En 2018 bajaron un 6,4% en relación al año anterior y en la primera mitad de este ejercicio el descenso es del 0,4%. En Bankia, la situación se asemeja. Tocó techo en 2017, al absorber BMN (1.852 millones de euros), y descendió en 2018 un 8,4%. Hasta junio, la caída interanual es del 5%.
Bankinter es un caso aparte. Ha aumentado su activo en un 41%, también el número de empleados (+39,3%) e incluso de oficinas. También sus ingresos y su beneficio, pero, en consonancia, los costes de explotación han pasado de 761 millones en 2015 a 1.004 millones el pasado año.