La auditoría del Barça pone en entredicho la gestión económica de Laporta
EXCLUSIVA: AVANCE DE LA AUDITORÍA DE LA JUNTA PRESIDIDA POR SANDRO ROSELL
La junta directiva del Barça está estudiando en la tarde de hoy los resultados y cómo presentar mañana martes la auditoría que Deloitte ha llevado a cabo respecto a los estados contables del Fútbol Club Barcelona heredados de la etapa en la que el club ha sido presidido por Joan Laporta. El equipo directivo que lidera Sandro Rosell comunicará mañana las irregularidades que han detectado los auditores en la gestión anterior. “Serán datos relevantes y contundentes”, aseguraron ayer fuentes del equipo directivo del club. En el fondo subyace una primera intención: la idea transmitida a la opinión pública de que el anterior presidente dejó el club en la mejor situación económica posible no se compadece con la realidad.
Lo primero que molesta a Rosell y a su vicepresidente económico, Xavier Faus, es que el último informe de los auditores correspondiente a la temporada anterior fue minimizado ante los medios de comunicación, que difundieron una opinión equívoca sobre la situación financiero-contable. Según ha podido saber Economía Digital, las salvedades de los auditores en aquel informe tenían un impacto económico de unos 30 millones de euros. Rosell y su equipo de 18 directivos se muestran sorprendidos por el silencio cómplice de los grandes medios de comunicación con aquellos datos, que atribuyen al fuerte ascendente de los éxitos deportivos logrados en los últimos años frente a la realidad administrativa del club.
Messi e Iniesta, valor cero
Dos de los principales activos del Barça en estos momentos, sus estrellas mundiales Leo Messi y Andrés Iniesta, están en el activo del club con un valor de 0 euros. Sin embargo, ambos tienen unas nóminas elevadas que sí que computan como gasto ordinario. El principal activo de un club de fútbol es, además de los terrenos e instalaciones de su propiedad, son los jugadores. El activo se amortiza al mismo ritmo que avanza el contrato suscrito con el jugador. “Es tan inexplicable que los hubieran contabilizado en el balance con un valor desproporcionado como decir contablemente que no valen nada”, asegura un experto auditor. “En cualquier caso –prosigue– no es una actitud de gestión clara”.
Los datos que arrojará el informe y que la junta decide cómo presentarlos son complementarios a la due dilligence encargada por los nuevos rectores del Barça. En ese procedimiento de control interno, que será presentado en la asamblea de socios compromisarios en septiembre u octubre próximo, podrán certificarse “comportamientos escandalosos” del anterior equipo, según explican directivos de la actual junta directiva. Por ejemplo, el uso que Laporta ha realizado durante su presidencia de las tarjetas de crédito expedidas a su nombre pero con cargo a las cuentas del club. “Evidentemente el cargo de presidente no está expresamente retribuido, pero los gastos que se imputaban a las tarjetas son mucho más que un gran sueldo”, explican las mismas fuentes.
Godó y Roures
No será la única irregularidad que Rosell y sus colaboradores han encontrado al examinar la gestión anterior. El canal Barça TV especializado en información sobre la entidad barcelonesa es “una sangría” para las cuentas de club. Barça TV emite por televisión digital terrestre en uno de los canales que la Generalitat adjudicó al Grupo Godó, editor de La Vanguardia y El mundo deportivo, entre otros medios de comunicación.
Vicent Sanchis dirigía un canal que cada año cuesta 13 millones de euros a la entidad. De acuerdo con el contrato, Grupo Godó, presidido por el conde Javier Godó, obtiene un millón de euros por el alquiler de la frecuencia, mientras que la productora que realiza los contenidos obtiene unos ingresos anuales de 12 millones de euros. Esta empresa es propiedad del grupo Mediapro, a cuyo frente se encuentra Jaume Roures y que en la actualidad se halla en situación de concurso de acreedores (lo que equivale a las antiguas suspensiones de pagos). Fuentes del sector audiovisual consideran que el coste de la programación no debería superar los cuatro millones de euros y recuerdan que Roures está también vinculado al Barça por la gestión de los derechos televisivos. Este diario ha hecho infructuosos intentos de contactar con el departamento de comunicación de la empresa de Roures.
Limpiar el entorno
Johan Cruyff hizo popular el concepto entorno para quejarse del ruido que se produce alrededor de la entidad azulgrana y que dificulta una gestión independiente y libre de presiones a gestores y entrenadores. “Ahora lo que hay que hacer es limpiar el entorno, pero sobre todo el de aquellos que viven de los contratos de suministros, servicios o colaboraciones con el club”, explica un directivo para mostrar el nuevo significado adquirido por ese concepto. Es en esa línea que los actuales gestores quieren romper de manera definitiva con aquellas personas vinculadas a la anterior junta directiva una vez conocidas las entrañas de la gestión llevada a cabo en las últimas temporadas.
Pero los salientes también se defienden. Primer defendiendo su gestión económica e invocando los éxitos deportivos cosechados. Pero hay más. “Se trata –dicen— de maniobras para desacreditar la entrada en política de Laporta. ¿A quién puede beneficiar esta situación? ¿A Convergència quizás?”. En el equipo de Rosell hay ejecutivos próximos a la federación nacionalista que lidera Artur Mas. Laporta, por su parte, coquetea con opciones independentistas sin acabar de concretar cuál será su adscripción. En su opinión, los supuestos escándalos en la gestión no son más que interpretaciones distintas de normativas contables y podrán demostrar que no ha existido enriquecimiento ni aprovechamiento del cargo con fines personales.